Tercer Milenio

En colaboración con ITA

bio, bio, ¿qué ves?

Restaurar la producción neuronal de energía, ¿clave para frenar la neurodegeneración del alzhéimer?

Una investigación sugiere que podrían restaurarse las sinapsis neuronales administrando una molécula que permite obtener la energía que necesitan.

El alzhéimer afecta al cerebro y provoca un deterioro progresivo de la memoria; es la causa más frecuente de demencia.
El alzhéimer afecta al cerebro y provoca un deterioro progresivo de la memoria; es la causa más frecuente de demencia.
EP

En mi teléfono móvil atesoraba una pequeña colección de valiosos recuerdos. Una foto de aquella preciosa taza de café que tomé en una diminuta cafetería del centro, en cuya espuma el simpático camarero dibujó una flor. Un vídeo de este verano, en Asturias, intentando entre carcajadas escanciar sidra con una especie de sifón sin ponerlo todo perdido (con escaso éxito, pero mucha diversión). El mensaje de audio que me envió mi amiga para contarme, muy emocionada, que la operación de su padre había salido bien. Detalles del día a día que revisitar en momentos tristes para que la dulzura del recuerdo diluyese el amargor del presente.

Hasta el día en que hubo que hacerle un reseteo completo de emergencia y se perdió hasta el último de esos archivos. Me llevé un disgusto tremendo, claro, pero era la única opción disponible si quería seguir utilizando mi teléfono. Y, como buena tacaña que soy, antes que rascarme el bolsillo recurro a lo que sea necesario. Además, las fotos y los vídeos están bien, pero lo importante de los recuerdos es que vivirán conmigo para siempre.

Pero, ¿y si no fuese así? ¿Y si esa taza de café, aquel verano en Asturias o la voz de mi amiga fuesen borrándose poco a poco? A esta dura realidad se enfrentan las personas con alzhéimer. Esta enfermedad afecta al cerebro y provoca un deterioro progresivo de la memoria, desembocando en una dependencia absoluta, ya que cualquier actividad cotidiana se vuelve una tarea imposible de realizar.

La ciencia lleva años indagando en este trastorno en busca de una manera de ponerle freno. Poco a poco vamos comprendiendo los entresijos de esta cruel enfermedad, algo clave para poder llegar a curarla en un futuro. Una investigación reciente aporta su granito de arena centrándose en la capacidad de las neuronas de conseguir energía para tratar de frenar la neurodegeneración.

Sin combustible

La estructura que se encarga de producir energía para que una célula pueda funcionar correctamente se llama mitocondria. En la mitocondria tiene lugar un conjunto de reacciones llamado ciclo de Krebs, en el que intervienen distintas enzimas, cuya misión es producir, a partir de glucosa, unas moléculas llamadas ATP. 

El ATP es el principal combustible de la célula, necesario para que puedan llevarse a cabo numerosas reacciones químicas de las que depende el funcionamiento celular. Defectos en las mitocondrias dan lugar a enfermedades muy graves, como el síndrome de Leigh o el síndrome de Alpers.

En el caso de los pacientes de alzhéimer, se ha observado, entre otras anomalías, que las neuronas pierden la capacidad de producir energía. Para que el cerebro funcione correctamente, la sinapsis, que es la conexión entre dos neuronas para transmitirse información, es vital. La sinapsis requiere mucha energía, por lo que cuando la producción de ATP está comprometida, las neuronas no se pueden conectar correctamente. Esta es una de las causas por las que se produce neurodegeneración en el cerebro y la memoria se va borrando poco a poco

En una investigación reciente se ha descubierto el motivo por el cual no se estaría produciendo un nivel adecuado de energía en las neuronas. Al parecer, varias de las enzimas implicadas en el ciclo de Krebs serían defectuosas, lo que les impide llevar a cabo su función. Esto impide que se genere una molécula llamada succinato, necesaria para la producción de ATP.

Combustible de importación

Restaurar la función de esas enzimas defectuosas no es nada sencillo, así que una posible opción para solventarlo pasaría por administrar succinato a la célula, como si de un fármaco se tratase. Esta estrategia tampoco es coser y cantar, puesto que esta molécula tiene problemas para atravesar las membranas celulares. Pero existe un análogo del succinato, llamado succinato de dimetilo, que sí es capaz de entrar en la célula. Así que los investigadores lo administraron a neuronas derivadas de pacientes de alzhéimer.

Se observó que este aporte extra de succinato conseguía dar a las neuronas la energía que les faltaba, restaurándose hasta tres cuartas partes de las sinapsis rotas y reduciendo así la neurodegeneración. Aunque este trabajo todavía se encuentra en una etapa muy inicial, sugiere que frenar el deterioro del cerebro actuando sobre el metabolismo energético de las neuronas podría ser de ayuda para los pacientes de alzhéimer. Confiemos en que pronto podremos ver estos avances en la clínica y los únicos recuerdos que se borren sean los de nuestros teléfonos, pero nunca más los de nuestras mentes.

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