Hidrógeno verde para destilar whisky escocés

El proceso de destilación de esta bebida alcohólica necesita calentar agua y se usa, en muchas ocasiones, combustibles fósiles para ello.

Imagen de archivo de un vaso de whisky
Imagen de archivo de un vaso de whisky
Pixabay

Al norte de Escocia, allí donde los romanos decidieron no llegar, se forjó la historia de este enclave británico. Allí, entre mitos, leyendas y enormes monstruos lacustres se expanden las tierras altas de Escocia o Highlands con más de 25.000 kilómetros cuadrados de verdes montañas y praderas que dan vida a una de las señas de identidad de esta región norteña: el whisky escocés. Una bebida que deja huella en el consumidor y en el medioambiente.

Con más de 500 años de vida, este uisge breatha (agua de la vida en gaélico) se hace de una forma particular y característica. "Los tres ingredientes naturales utilizados para elaborarlo provienen de algunas de las zonas más bellas de Escocia. Por eso, desde hace mucho tiempo estamos decididos a desempeñar nuestro papel en la preservación del medio ambiente natural", apunta la Scotch Whisky Association.

Cereales, agua y levadura que son tratados de una forma particular en la que, en muchas ocasiones, se usan combustibles fósiles para calentar y enfriar el agua en el proceso de destilado. "Tanto los cereales como la turba, los campos escoceses, las colinas y los bosques influyen en la producción del whisky escocés, y el sector reconoce su deber de proteger estos importantes recursos naturales", detalla la asociación escocesa. El sector comenzó su viaje a la descarbonización a finales de la pasada década y les ha permitido reducir sus emisiones de CO2 en cerca de un 53%. "Comenzamos este viaje en 2009: ahora lo aceleraremos", añaden.

La hoja de ruta de las cero emisiones está a mediados de siglo pero quiere coger velocidad con energía eólica y agua, porque Escocia planea usar electrolizadores alimentados por energía verde procedente de parques eólicos en la costa de Cromarty Firth. En concreto, el hidrógeno verde actuará como productor de vapor, algo necesario para llevar a cabo el proceso de destilación. "Esta región cuenta con enormes recursos naturales para la producción de energía eólica tanto offshore como en tierra", detalla Mark Bradley, director de hidrógeno de ScottishPower, la filial de Iberdrola en el Reino Unido

Escocia, a través de Scotwind, ya tiene subastados 27GW procedentes de la eólica marina que espera aumentar con el Programa de Hidrógeno del Norte de Escocia a través del desarrollo de un centro de vanguardia en el fiordo de Cromarty. Este proyecto se suma a otro acordado recientemente por la filial de Iberdrola, ScottishPower, con Global Energy Group, con el objetivo de trabajar juntos en la identificación de procesos e instalaciones que podrían ser alimentadas con hidrógeno verde en sus instalaciones del puerto de Nigg. El hidrógeno verde se utilizará para alimentar las instalaciones, maquinaria pesada y los vehículos utilizados en las operaciones diarias del emplazamiento, así como para alimentar procesos de alta temperatura y gran consumo energético. "Desplazará a las actuales fuentes de combustible fósil y permitirá suministrar hidrógeno verde a los procesos de calefacción de las destilerías, con otras aplicaciones potenciales en otras manufacturas locales, la producción de alimentos y la calefacción industrial", comenta Bradley.

A la espera de conocer el tamaño de la planta, "se podrá producir hasta 12 toneladas de hidrógeno verde al día", asegura el director de hidrógeno de la filial británica de Iberdrola. Los planes apuntan a que la construcción comenzará el próximo ejercicio y su futura entrega de hidrógeno verde a Glenmorangie, Whyte y Mackay y Diageo les dará la oportunidad de descarbonizar la calefacción de sus destilerías y malterías, situadas cerca de Cromarty Firth. "Esto se lograría utilizando hidrógeno como sustituto de los combustibles fósiles para crear la energía necesaria para producir vapor y poder llevar a cabo el proceso de destilación", señalan los responsables del proyecto.

Whisky net zero

Justo al otro lado de este puerto escocés y en la costa frente a la isla de Mulli no oyen hablar del hidrógeno. "Para nosotros, el hidrógeno es menos importante porque funcionamos con biomasa que cultivamos nosotros mismos. El hidrógeno puede tener un papel en nuestra producción en el futuro", responde por correo electrónico Amy Stammers, portavoz de la destilería Ncn'ean. "Hay muchas maneras de que una destilería mejore sus resultados medioambientales", apostilla.

Situada en la costa oeste de las Tierras Altas escocesas, esta joven empresa, abrió en 2017, se autodenomina como "protectores de la naturaleza". "Hay que reducir la intensidad de carbono de la producción de whisky abandonando la quema de combustibles fósiles como fuente de calor", señala Stammers. Su trabajo, aseguran, tiene tres vertientes: botella, agua y cebada. "Esto nos permite reducir un 42% nuestra huella de carbono", aseguran en su página web.

Los residuos generados en el proceso de producción de esta bebida alcohólica, señalan los responsables, se devuelven exclusivamente a la tierra aquí en la destilería, "ya sea en forma líquida o como residuos sólidos". Así han conseguido emitir 1,74 kg equivalentes de CO2 por botella. "Somos net zero ahora", apuntan en su memoria de sostenibilidad.

Sin embargo, no han desaparecido las emisiones, sino que lo compensan. "Lo que no puede evitarse puede compensarse comprando créditos que representan 1 tonelada de CO2 eliminada de la atmósfera", explican.

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