curiosidades

Metanfetamina burla al sistema

Una periodista llama a su hijo recién nacido como a la droga para un experimento social y acaba retratando la falta de criterio del Registro de Nacimientos.

La periodista Kirsten Drysdale registra a su hijo con el nombre Metanfetamina Mola.
La periodista Kirsten Drysdale registra a su hijo con el nombre Metanfetamina Mola.
ABC Australia

Hitler, Stalin, Bin Laden o Loco son algunos de los nombres propios que España tiene prohibido darles a los niños recién nacidos. Como en cualquier país serio que se precie, existen listas negras de nombres que llevan consigo connotaciones negativas o que pueden atentar contra la dignidad moral del menor y, por tanto, quedan vetados del registro de manera sistemática.

En todos, menos en Australia. Allí, la periodista Kirsten Drysdale, tras dar a luz a su tercer hijo, decidió poner a prueba al Registro Civil de su país para comprobar hasta qué punto sigue un criterio para vetar nombres que puedan ser objeto de burlas y mofas para el menor. Tanto ella como su marido pensaron el nombre más extraño posible y, tras un alocado 'brainstorming', acabaron llamando a su hijo Metanfetamina Mola, con el pensamiento de que una barbaridad de ese calibre no pasaría el filtro. Aunque, para sorpresa de la familia Drysdale, el registro acabó aceptándolo.

"Pensamos en presentar el nombre más escandaloso que se nos ocurriera, asumiendo que sería rechazado", confesó la periodista en un programa de la ABC australiana, confirmando así los rumores de que Australia no cuenta con una lista negra de nombres y por tanto el sistema puede dar validez a disparates como Metanfetamina Mola. Ante la magnitud de lo sucedido, Drysdale se puso inmediatamente en contacto con el Registro. Días después, un portavoz del organismo australiano le respondió reconociendo que la validez del nombre se debía a un "grave error" del sistema. La familia ya ha iniciado los trámites para cambiar el nombre de su hijo Metanfetamina Mola.

Sin embargo, su primer nombre no desaparecerá del todo puesto que, como explica el mismo portavoz, el nombre registrado al nacer permanece en el Registro de Nacimientos, Defunciones y Matrimonios de Nueva Gales del Sur (Australia) para siempre. Por tanto, Metanfetamina Mola quedará marcado de por vida gracias al experimento de sus padres por intentar retratar al sistema.

Lobo y Rayo

En España se han vivido episodios similares, aunque menos extravagantes. En 2003, se registró a un niño de Barcelona como Lobo. Recientemente, el joven aseguró que el nombre no le había supuesto ningún problema. "Es más, la gente me dice les gustaría llamarse así". Sin embargo, en 2016, unos padres de Madrid quisieron llamar de la misma manera a su hijo, sin éxito. Se denegó al tratarse de "un apellido, no un nombre". Los padres recurrieron y finalmente se acabó aceptando.

Varias décadas antes, en 1988, Ramiro Pinto y Yolanda Prieto intentaron llamar a su hijo Rayo -la unión de la primera sílaba de sus nombres- en un caso que copó las páginas de la prensa nacional. Rechazada la petición en primera instancia, necesitaron de la intervención del Defensor del Pueblo en el Congreso para lograr finalmente el registro del niño.

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