Miguel Bosé pasó el pasado viernes uno de los peores momentos de su vida cuando, durante la noche, un grupo de asaltantes entró en la casa que tiene en México, donde reside desde hace varios años.

El cantante estaba viendo la televisión en la vivienda, en la que también estaba uno de sus dos hijos, Tadeo, de 12 años -Diego no se encontraba en casa en ese momento- cuando diez individuos armados se saltaron las medidas de seguridad y accedieron al interior, según cuentan varios periódicos mexicanos, entre ellos El Universal.

Te puede interesar

Miguel Bosé y Nacho Palau, vacaciones en familia tras la resolución judicial

La rehén que se hizo amiga de su captor: 50 años de síndrome de Estocolmo

Los hombres, que al parecer llevaban mascarillas y sudaderas negras, encañonaron a Bosé, al que encerraron en una habitación junto a su hijo, una empleada doméstica y uno de sus escoltas, mientras buscaban joyas, relojes y dinero, que finalmente se llevaron en una furgoneta de lujo del cantante en la que huyeron. También se llevaron al chofer del artista, al que más tarde dejaron tirado, según comentó el periodista mexicano Gustavo Adolfo Infante, que también desvela que el vehículo fue recuperado por la Policía durante el fin de semana.

Miguel Bosé ha confirmado el asalto y ha explicado que tanto él como sus familiares se encuentran bien. "Mis hijos se portaron como dos valientes, admirables. Fue todo muy tenso, delicado y desagradable", ha lamentado, tras matizar que es "la única versión a la que se debe atender".

El cantante ha agradecido a sus vecinos la asistencia en los momentos posteriores al suceso y ha asegurado que seguirá viviendo en México. "A mis vecinos de urbanización, los primeros en llegar, mil gracias de corazón, y a los que tanto especulan con que tras lo ocurrido voy a abandonar México, siento mucho decepcionarles. Aquí estoy y aquí me quedaré para hacer frente a lo que sea en el país más hospitalario del planeta. Seguimos", ha concluido.