curiosidades

Piden a la RAE que elimine la acepción peyorativa de 'burro'

La solicitud viene 'de la mano' de Junior y Valentina, dos asnos de una granja ecológica gallega. «No somos brutos ni inciviles», rebuznan los animales.

Un burro en una imagen de archivo
Un burro en una imagen de archivo
Unsplash

A Junior y Valentina una mañana los llevaron al prado para darles una noticia de esas que golpean el amor propio y atraviesan el alma aunque te ganes la vida trabajando literalmente como un burro. A los dos pollinos sus cuidadoras de la granja Casa Grande de Xanceda, en Mesía, un pueblo del interior de La Coruña, les abrieron delante del hocico el diccionario de la Real Academia Española (RAE) por la página donde viene la palabra 'burro' señalándoles una de sus acepciones: persona bruta e incivil. Se ve que Junior y Valentina obviaron lo de 'persona' y se quedaron con lo 'bruta e incivil', «y fliparon tanto que se pusieron patas a la obra para escribir a los académicos de la RAE». Lo cuenta Sara Torreiro, responsable de marketing de esta granja ecológica de 50 trabajadores y 300 vacas, y testigo directo de la tristeza que embargó a la pareja de asnos por culpa de la parte más peyorativa de la definición.

Dice Sara, de 34 años, que allí en sus verdes dominios de la Galicia rural, los dos burros empezaron a dictarle (o quizá a rebuznarle) un texto dirigido a los honorables custodios de nuestra lengua para que eliminen esa acepción de 'burro', la segunda entre las 17 existentes, incluidas las que se usan de forma coloquial en países de Latinoamérica como Argentina, Cuba, México o Costa Rica.

Junior y Valentina sustentan su petición en que ellos no son «brutos ni inciviles» y recuerdan que gracias a su «inteligencia y astucia» la granja no ha registrado ataques de lobos desde 2008. En su misiva, que partió este martes desde La Coruña con destino al viejo e insigne caserón de la calle Felipe IV de Madrid, sede de la RAE, añaden que «cumplen rigurosamente con las normas del pastoreo» y que son «sensibles y respetuosos con personas y vacas».

De burros «no tienen nada»

Sara anima a los Muñoz Machado, Vargas Llosa, Pérez-Reverte, Soledad Puértolas y compañía que valoren esas palabras «tan bien rebuznadas» y atiendan los argumentos de los jumentos «porque son potentes». Ella no se cansa de repetir que «los burros de burro no tienen nada».

Junior y Valentina llegaron a la granja gallega para trabajar como 'burrovigilantes' ante los constantes ataques de lobos a las reses. «Nos mataron a alguna, pero sobre todo estresaban a las vacas, algo fatal porque bajaban mucho la producción de leche y sufrían abortos espontáneos». «Para evitar más ataques contratamos a dos burros y siete mastines», detalla Sara, que explica que los asnos detectan «muchísimo antes que los perros la presencia de lobos.

«Rebuznan altísimo y si es de noche, las vacas se agrupan y los mastines se ponen en alerta; de esta manera el escenario para el lobo es muy desincentivador. Desde que tenemos a nuestra patrulla en nómina no hemos tenido más ataques, han sido de lo más eficientes», se felicita.

Sara, que ya montó una campaña hasta lograr incorporar el emoji del burro a la colección de emoticonos de WhatsApp, comenta que sus dos burrovigilantes son «bien majetes», pero que Junior tiene más mala leche... así que ojo académicos, cuidado con las coces al diccionario.

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