Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Investigación

El mapa que visibiliza la España despoblada para buscar soluciones

El Grupo de Estudios en Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza diseña y cartografía un indicador que mide la situación demográfica.

Los más de 8.000 municipios de España se clasifican en el Mapa 174 en cuatro categorías según su situación demográfica: buena, intermedia, grave o muy grave. La leyenda se presenta a modo de termómetro, lo que facilita la interpretación de los resultados: a mayor ‘temperatura’, mayor debilidad demográfica.
Los más de 8.000 municipios de España se clasifican en el Mapa 174 en cuatro categorías según su situación demográfica: buena, intermedia, grave o muy grave. La leyenda se presenta a modo de termómetro, lo que facilita la interpretación de los resultados: a mayor ‘temperatura’, mayor debilidad demográfica.
Unizar

El 49% de los municipios de España sufre una situación demográfica grave o muy grave. En algunas provincias, como es el caso de Soria, Cuenca y Teruel, puede llegar superar el 80% de los municipios. Esto se puede saber gracias a que el Grupo de Estudios en Ordenación del Territorio (GEOT) de la Universidad de Zaragoza en colaboración con la Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa (SSPA), ha diseñado y cartografiado un indicador sintético que mide la situación demográfica en el país.

La despoblación, a pesar de ser un asunto de tremenda relevancia en la agenda pública, todavía no tiene una escala de medida común que establezca un diagnóstico eficiente que permita tomar decisiones más eficaces. Con este objetivo, nace el Mapa 174, que toma el nombre prestado del artículo 174 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, que literalmente dice: “A fin de promover un desarrollo armonioso [...] la Unión se propondrá reducir las diferencias entre los niveles de desarrollo de las diversas regiones [...] Se prestará especial atención a […] las regiones que padecen desventajas naturales o demográficas graves y permanentes.”

Sobre este concepto 'Desventajas demográficas graves y permanentes' se construye el indicador de 'Situación demográfica'. No puede utilizarse solo el indicador clásico de 'Densidad de población', que se queda muy corto. La metodología propuesta recoge la complejidad de los sistemas demográficos e incluye seis componentes: evolución y densidad de población, los porcentajes de población mayor (de 65 años y más) e infantil (menores de 5 años) y finalmente, dos factores del medio físico que condicionan la distribución de la población: la altitud y la pendiente media.

La combinación de los seis componentes da como resultado un índice sintético, un valor numérico que permite clasificar los más de 8.000 municipios de España en cuatro categorías según su situación demográfica: Buena, Intermedia, Grave o Muy grave. La leyenda se presenta a modo de termómetro, lo que facilita la interpretación de los resultados: a mayor “temperatura”, mayor debilidad demográfica.

Este mapa permite identificar con claridad aquellos municipios que padecen desventajas demográficas graves y permanentes y que, por tanto, precisan de políticas de transformación socioeconómica mucho más ambiciosas y eficaces que las que vienen aplicándose hasta el momento.

A partir de los resultados del mapa, cabe plantearse si el modelo de gestión del territorio al que parece estamos abocados en España, sin apenas población residente en una parte importante del territorio, es sostenible en términos económicos y ambientales. Sin una presencia suficiente de población en el medio rural, amenazas como la pérdida de biodiversidad, las oportunidades de frenar el cambio climático o la necesaria conservación y gestión eficiente de recursos fundamentales como el agua, quedan en entredicho, y este es un problema de todos, también de los habitantes de las ciudades.

El proyecto

  • Mapa 174. Zonificación de los municipios españoles sujetos a desventajas demográficas graves y permanentes.
  • Objetivos Diseñar una herramienta que mejore el diagnóstico territorial de la despoblación de cara a la aplicación de políticas y medidas que mejoren la crisis demográfica y socioeconómica que afecta a una parte importante de la España rural de interior.
  • Participantes Grupo de Estudios en Ordenación del Territorio perteneciente al Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio y al Instituto Universitario de Ciencias Ambientales de Unizar; junto con la Red de Áreas Escasamente Pobladas del Sur de Europa.
  • Financiación 11.198,55 euros.
  • Más información.

¿Vacía o vaciada?

Pues la verdad es que ninguna de las dos… simplemente despoblada. Tras la discusión semántica se esconde una realidad mucho más compleja y heterogénea. Respecto a la España vacía: ¿dirías que en verano los pueblos castellanos están vacíos? ¿Dirías que en un fin de semana de enero los pueblos del Pirineo están vacíos? No, en verano un montón de niños en bicicleta recorren las calles de los pueblos de la España interior y un fin de semana invernal en un pueblo con estación de esquí hay mas gente que en todo el año. El espacio se utiliza, otra cosa es se haga a lo largo del año de igual forma o que quede registro administrativo en padrón de esa utilización. Respecto a la España vaciada: nunca ha habido una política activa de trasvase de población de los pueblos a las ciudades, no se ha despoblado España de manera intencionada. Simplemente ha sido una consecuencia de las dinámicas socioeconómicas que se iniciaron en los años 60 y que se conocen como el proceso de urbanización. Es un fenómeno global. El Banco Mundial dice que la población rural en el planeta en 1960 suponía el 66% del total, hoy está en el 44%.

¿La despoblación tiene solución?

Lo primero que debe pasar es entender que la despoblación no es el problema, es el síntoma de una enfermedad grave: la falta de funcionalidad del territorio. Si un espacio pierde su función, se deshabita. En el caso del mundo rural, la mecanización del campo y el trasvase de importancia en empleo en la economía entre el sector agrario y el industrial en un primer momento, y al sector servicios después, hizo que la función de los pueblos cambiara. Es difícil pensar que un pueblo, recupere las cifras de efectivos demográficos que tenía a principios del siglo XX. Pero lo que sí se puede hacer es aplicar medidas de apoyo a las personas que viven en los espacios rurales. Para esto es importante diferenciar la despoblación de otros problemas territoriales, mediante herramientas de diagnóstico como el Mapa 174. Es fundamental zonificar para identificar los espacios sobre los que invertir mediante políticas de transformación socioeconómica mucho más ambiciosas y eficaces que las que vienen aplicándose hasta el momento. En definitiva, se trata de apoyar a las personas, que con su esfuerzo e iniciativa afrontan con éxito el reto de mantener sus pueblos vivos.

¿Los datos son de todos?

Las instituciones públicas están obligadas por normativa europea a poner a disposición lo que se conoce como datos abiertos, para su conocimiento y reutilización por parte de cualquier persona. El Mapa 174 se construye a partir de fuentes estadísticas oficiales y de libre acceso. La metodología empleada no solo permite la actualización periódica del mapa -con lo que se convierte en una herramienta con la que evaluar el impacto de las políticas públicas de lucha contra la despoblación-, sino que, además, es replicable en cualquier territorio de la Unión Europea.

María Zúñiga Antón Investigadora principal del proyecto Mapa 174. Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio (IUCA-UNIZAR)

Esta sección se realiza con la colaboración de la Unidad de Cultura Científica de la Universidad de Zaragoza

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