Tercer Milenio
En colaboración con ITA
Florece el negocio espacial: del regreso a la Luna a las redes de satélites
Expertos del sector aeroespacial analizan hasta el próximo jueves en Málaga el estado de los pequeños satélites y otros temas de actualidad.
El negocio espacial ha cogido impulso gracias a iniciativas privadas para el despliegue de redes de pequeños satélites para telecomunicaciones, seguridad o programas científicos, y a la misión Artemis de la agencia estadounidense NASA, que prevé llevar de nuevo al ser humano a la Luna en 2025.
Expertos del sector aeroespacial analizan hasta el próximo jueves en Málaga el estado de los pequeños satélites y otros temas de actualidad, como los retos que plantea la tecnología o el papel de las mujeres en el espacio, durante la cuarta edición del foro "Small Satellites & Services International Forum" (SSSIF).
"Estamos viviendo momentos históricos, y con el lanzamiento de Artemis 1, esas posibilidades han crecido mucho más", ha manifestado a EFE Andrés Martínez, director ejecutivo de Programas Espaciales de la División de Sistemas Avanzados de Exploración de la NASA y responsable de cuatro de los diez pequeños satélites de esta misión.
Martínez confía en que se cumplan los plazos en el programa Artemis, que completó el pasado diciembre su primera fase, siempre que la política "no sea una barrera". El presidente de EE.UU., Joe Biden, "está apoyando el regreso a la Luna, y en dos años tenemos elecciones", ha apuntado al respecto, esperanzado en que la misión siga avanzando.
Una democratización del espacio
A nivel mundial, se está produciendo una "democratización del espacio". Los nanosatélites 'cubesat' "abrieron las puertas a todo el mundo" para participar en este sector, y contribuyen a crear un ecosistema que está "creciendo significativamente", pues también lleva aparejado sistemas de lanzamiento específicos.
Esta tecnología abre nuevas posibilidades en conjunción con la inteligencia artificial, ya que se pueden recoger datos más rápido y también procesarlos de una forma "más eficaz", ha explicado. Sus aplicaciones abarcan desde la agricultura, la minería o la predicción y control de desastres naturales.
En el sector espacial, Martínez cree que gobiernos e iniciativa privada "tienen que ir de la mano", porque el segundo necesita, además de apoyo financiero, de "regulaciones que tal vez no existen" actualmente.
Para el director de Estrategia de la empresa la empresa GMV, Jorge Potti, "hay un torrente de oportunidades ahora". Ha mencionado como principales vectores del negocio la navegación por satélite, la observación de la Tierra y las comunicaciones por satélite.
Este último ha ganado mucha notoriedad con la guerra en Ucrania, ya que "se ha visto la necesidad de que la UE disponga de un sistema de comunicaciones seguras por satélite". El programa IRIS2, aprobado la semana pasada por el Parlamento europeo, tiene "6.000 millones de salida", por lo que la industria intenta captar cuota de mercado.
La previsión de que se lancen "decenas de miles de satélites" en los próximos años evidencian la necesidad de una regulación e, incluso, de "hasta un control de tráfico para poner orden" debido al problema de las colisiones, que "genera mucho desecho" y puede suponer un riesgo, al dejar "órbitas inutilizables", toda vez que algunas tienen un interés económico especial.
España mira a otros países europeos en inversión
El también vicepresidente de Espacio de la Asociación Española de Empresas Tecnológicas, de Defensa, Aeronáutica y Espacio (Tedae) ha apuntado que en España se invierten unos 500 millones de euros al año en el sector, aproximadamente un tercio que Italia y la sexta parte de lo que gastan Alemania o Francia.
En nuestro país, la otra empresa que supera junto a GMV el millar de trabajadores es Airbus, que además de ser el mayor fabricante de satélites en España cuenta con una línea de pequeños satélites que atiende las necesidades del mercado de sacar "constelaciones de satélites de bajo coste que sean seguros y sostenibles.
Su responsable de actividades espaciales, Luis Guerra, ha explicado a EFE que existe "un mundo de aplicaciones" derivado de este tipo de satélites, desde soluciones GPS, a las que permiten medir las temperaturas y humedades para mejorar la gestión de los recursos, o llevar internet a zonas remotas.
En su opinión, España está "relativamente bien posicionada", con el quinto o sexto puesto a nivel europeo en inversión, aunque "quizá debería invertir más, a niveles de PIB", ha reconocido.
Noelia Peinado, que trabaja en un programa para madurar tecnología en la Agencia Espacial Europea (ESA), ha incidido en la importancia de que España tenga un "nivel parecido" al de Italia, y ha destacado que "la competencia técnica en España es muy buena".
Uno de los hitos en el sector será la futura Agencia Espacial Española, cuya sede será Sevilla. La aprobación de sus estatutos es "inminente", según ha dicho este martes el Alto Comisionado para el Perte Aeroespacial, Miguel Belló.
