Las claves para que los niños se adapten mejor al colegio

Una experta en educación de familias asegura que la actitud de la familia es fundamental. "Como progenitor hay que aportar la serenidad que la primeras semanas pierde el menor", asegura.

Vuelta al cole: los colegios vuelven a llenar sus aulas tras el verano.
Imagen de archivo de 'la vuelta al cole' en Aragón.
Guillermo Mestre

Cualquier cambio en la vida genera incertidumbre. Para los niños de tres años, comenzar su etapa escolar supone una alteración. Por eso, los expertos aseguran que "la actitud de los progenitores es fundamental". "Como es un cambio para todos, es normal que los cuidadores habituales empiecen a sentir diferentes emociones y sensaciones, hay casos en los que los progenitores sienten culpa", explica Pilu Hernández Dopico, maestra y experta en educación de familias.

Sin embargo, apunta, es importante que los padres y madres vean el primer curso de sus hijos como algo "positivo". "Tienen que pensar que es una etapa en la que se van a desarrollar diferentes capacidades cognitivas que en casa no se podrían lograr, al menos, de manera tan eficiente como lo hacen en el centro", apunta.

"Verlo como algo positivo y saber que va a empezar a desarrollar sus capacidades, va a permitir que los familiares tengan un control de la situación. Y lo más importante, va a permitir que transmitan eso al menor", señala la experta, que insiste en que los sentimientos de los progenitores afectan directamente a los niños. "Si nosotros estamos angustiados, temerosos, pensando en que no le va a ir bien, … el pequeño  sentirá que todo es malo y estará llorando todo el día. Ojo, no estoy diciendo que esto no pueda pasar igual porque cada niño es un mundo, quiero decir que no hay que predisponer al menor para una etapa de esta manera, sino que hay que hacerlo con alegría y positividad", puntualiza.

En segundo lugar, es relevante que la familia muestre sensaciones agradables al niño sobre el colegio. "Comentar con los menores esta nueva etapa abre una vía de comunicación que va a permitir cerciorarnos de que eso, efectivamente, sea así. Luego puede darse el caso de que tu hija, en concreto, no disfrute o no se lo pase tan bien como esperas, pero la generalidad es que las dos primeras semanas estén ciertamente descolocados y después se acostumbren", declara.

Sensaciones

"Hay altas probabilidades de que llore, de que no participe, de que no suelte su peluche e, incluso, que pegue a otros niños. Y también las hay de que vomite o tenga una pequeña regresión de aprendizaje. Todo ello es normal y no hay que cortar esas sensaciones, hay que saber manejarlas", especifica Hernández.

La experta asegura que no hay que dar opción al menor a que piense que si llora más fuerte o se enfada va a obtener la recompensa de no entrar al colegio. "Lo mejor es dejarle en la puerta y despedirse de manera breve y con una sonrisa. De igual manera, si al recoger al menor está triste o llorando, hay que actuar con normalidad y no decirle frases del estilo de  'pobrecito que te hemos dejado solito' porque ese tipo de frases refuerzan el sentimiento de abandono que pudiera tener", explica.

Hernández asegura que la actitud de la familia es fundamental. "Como progenitor tienes que aportar la serenidad que estas primeras semanas va a perder tu hijo, tener paciencia y, sobre todo, seguir las pautas que el educador te diga porque él tiene la llave para que la adaptación sea total, satisfactoria y completa", sentencia.

Consejos para todas las edades

La psicopedagoga Olga Lázaro insiste en que es fundamental mantener una rutina. "Hay que acompañarles físicamente a la puerta y ser puntuales, acceder al colegio con paz, calma y sin prisa. De esta manera no se genera estrés en los niños. A la salida del cole tiene que ser lo mismo porque a los niños les puede generar ansiedad el hecho de que a sus amigos les recojan y a ellos todavía no", apunta.

El ambiente en casa, debe ser "agradable". "Cuando volvemos de vacaciones nosotros también necesitamos adaptarnos. Hay que dar tiempo y ser consciente que cada uno lo vive de una manera", recuerda. 

Para facilitar la comunicación con los menores, es preferible lanzar preguntas abiertas. "Genera rechazo si los progenitores comienzan a lanzas cuestiones sobre todo lo que han vivido en el día. Es mejor preguntar, por ejemplo, ¿qué es lo mejor que te ha pasado hoy? ¿qué ha cambiado de este año con respecto al pasado?,...", especifica.

Para los profesores...

La psicopedagoga Olga Lázaro insiste en que los profesores tienen que prestar especial atención a la diversidad, "pero no solo a la curricular, sino también a la emocional". " Igual que los padres no pueden tener dos hijos iguales, en el colegio mucho menos. Hay niños que son más invisibles porque su forma de reaccionar no es llamativa y el profesorado tiene que ofrecer también ese acompañamiento. Hay que ser conscientes que los periodos de adaptación llevan su tiempo", sostiene.

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