Ana Obregón confía en "volver a nacer" tras los momentos tan difíciles que atraviesa

A la dura pérdida de su hijo en mayo de 2020, se sumó la de su madre solo un año después.

Ana Obregón inicia el sábado en Zuera nueva gira teatral.
Ana Obregón.
Jesús Cordero

Temerosa de amar, así se describe Ana Obregón en una entrevista ofrecida a la revista 'Hola' en exclusiva. "Las tres personas que más he querido en mi vida se han ido", llega a decirle a la publicación. Una afirmación desgarradora a pesar de la cual mantiene la confianza de "volver a nacer". "Yo sé que voy a nacer. Ahora estoy apagada, pero sé que voy a salir", porque como ella bien sabe, siempre ha salido de las cosas más duras y volverá a hacerlo. "Si no lo hago por mí, lo haré por mi hijo", afirma.

Después de acompañar a su hijo durante su enfermedad, Ana quedó profundamente desolada por su pérdida en mayo de 2020. Amigos y familiares se preocuparon por su salud y se volcaron con ella para mantenerla a flote. Poco podía imaginar que apenas un año después, de nuevo en el mes de mayo, fallecería su madre, Ana María, a la que estaba muy unida.

El pasado 22 de noviembre, coincidiendo con los seis meses de la partida de su madre, la presentadora y empresaria se dirigía a ella a través de Instagram para pedirle disculpas: "Mamá, perdóname porque aún no he sido capaz de entrar en tu duelo. Hay veces que es necesario maquillar la realidad porque el cuerpo no aguanta más dolor", escribía junto a una foto en la que una joven Ana posaba sonriente junto a su progenitora. "Solamente puedo decirte que te quiero muchísimo, que has sido y eres la mejor madre del mundo, pero, sobre todo, que el cordón umbilical que une a una madre con sus hijos no se rompe jamás, ni con la muerte. PDT Cuida de mi hijo. Os amo infinito", termina el sentido homenaje. Una dura confesión que muestra lo difícil que está siendo su camino en el último año y medio.

A pesar de eso, este verano pudimos volver a verla sonreír gracias a su amigo Raúl Castillo, que la convenció para disfrutar de unos baños de mar y de sol en Mallorca. Él fue también el único que la fotografió posando en bañador haciéndonos rememorar sus míticos posados que año tras año daban el pistoletazo de salida al verano del papel cuché.

La sonrisa ha sido precisamente algo que siempre ha caracterizado a Ana Obregón. "Siempre he sido alegre como un cascabel", dice ella misma en la entrevista de 'Hola', pero reconoce que ahora es incapaz de volver a estar así. Esa es la razón por la que no quiere ver a mucha gente, "no quiero que me vean así, mal". Solo sale de casa para trabajar y este fin de año volveremos a verla presentar las campanadas acompañada de Anne Igartiburu.

El año pasado salió y brindó por la vida y por la esperanza en un emotivo momento durante el que la memoria de su hijo Aless estuvo todo el tiempo presente. Un momento complicado que sin embargo, para Ana es, en cierto modo reconfortante, ya que se puede mostrar tal como es, auténtica. Más duro es para la actriz grabar el programa de Nochebuena, 'Telepasión', que este año presenta junto a Boris Izaguirre. Un espacio repleto de canciones y bailes en el que Ana tiene que desplegar todas sus artes interpretativas. De hecho, cuenta que para poder grabar una canción en la que dice: "No me lo puedo explicar que tanta felicidad haya llegado hasta mí", pasó toda la noche anterior llorando. Una catarsis que le valió para poder rodar.

Para las campanadas, todavía no ha elegido el vestido que lucirá, lo que sí tiene claro es que será negro o blanco, los dos únicos colores que utiliza como señal de un luto que todavía no ha superado.

La buena noticia, la presentación de la fundación con el nombre de Aless Lecquio, prevista para febrero del año que viene. Algo que mantiene a Ana Obregón ilusionada con colaborar en la investigación contra el cáncer, sobre todo, contra el sarcoma que es el que más afecta a niños y a jóvenes como su hijo.

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