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Claves de la ley de protección animal: de las dudas sobre el curso para tener perro a la "ruina" de las tiendas

Clínicas veterinarias, criadores y tiendas esperan que se concrete el anteproyecto que incluye formación obligatoria y prohíbe la venta en establecimientos.

Clínicas veterinarias, tiendas y entrenadores de mascotas, ante la futura ley de protección animal.
José Ignacio Aguinaga, adiestrador y cuidador del centro Usurbe de Movera; Sandra Portals y Laura Catalán, veterinarias de Pet&Vet y Javier Aso, de la tienda Shira Mascotas.
Heraldo.es

Solo es un borrador de un anteproyecto, pero la que puede convertirse en la ley de protección animal ya ha tensado a muchos de los profesionales que trabajan con animales, desde tiendas hasta clínicas veterinarias. Hay quienes ven "muy necesarias" medidas como la formación obligatoria antes de comprar un perro para prevenir abandonos, pero otros consideran "absurda" la medida y un gasto en época de crisis. Los más preocupados son los establecimientos, que si se mantiene el texto, no podrán vender animales, lo que advierten será su "ruina".

De momento, lo que hay son muchas dudas sobre qué terminará recogiendo la norma definitiva y si chocará con la normativa autonómica y municipal. 

Cierre de tiendas

"Se van a cerrar tiendas", augura Javier Aso, de Shira Mascotas, en Zaragoza. El  sector puede sufrir las consecuencias económicas más importantes del documento elaborado por el Gobierno central ya que prohíbe la venta de animales en las tiendas de animales, que pueden llegar a suponer hasta el 80% de sus ingresos. Afirma que otras restricciones de los últimos años le han parecido necesarias. "No poder tenerlos en el escaparate, lo veo bien. Ahora los tenemos en mitad de la tienda, en expositores limpios y desinfectados, que pasan inspecciones y están controlados por el veterinario", explica.

"El problema no está en las tiendas sino en la venta ilegal que hay por internet"

"Si no puedo vender animales, dos personas que tengo van a la calle", reconoce Arturo Luzán, de la tienda D'Artucan de Huesca, donde vende perros, gatos, aves, roedores y peces. Estos últimos sí que podrá mantenerlos. Coincide en que se controle el comercio 'online' e incluso "prohíban la venta de animales por internet" porque ahora "no les piden absolutamente nada. Me parece vergonzoso". Recuerda el control al que están sometidos los establecimientos físicos.

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 "El problema no está en las tiendas sino en la venta ilegal que hay por internet, donde el 90% son estafas. Ni te llega el dinero ni el perro", denuncia Aso. El texto recoge que solo podrán venderlos los criadores oficiales. Aso recuerda que "nuestros perros vienen de criadores".

Aso considera "excesivo" que se plantee imponer un curso obligatorio a quienes buscan un perro. Ya ha tenido clientes que le han consultado estos días. "Me parece bien un cursillo para un perro de raza peligrosa, pero para un Yorkshire o un Chiguagua, que los llevas en brazos, lo veo excesivo", critica. Además, recuerda que en muchas ocasiones se los lleva gente mayor "que se han quedado solos y buscan algo de apoyo, un motivo para salir a la calle y tener alegría otra vez. Cómo le dices a una mujer de 70 años que tiene que hacer un cursillo".

Contar con los adiestradores

"¿Quién va a dar esos cursos? ¿Quién los pagará?", se pregunta José Ignacio Aguinaga, criador, adiestrador y cuidador de perros del centro Usurbe de Movera, uno de los profesionales más veteranos del sector en España ya que comenzó en 1981. "No estamos para que la gente tenga que pagar con la que está cayendo", cree, en referencia a la actual crisis económica que ha traído la pandemia de covid-19.

"Que no debería de ser necesario el curso para quien tiene ya un perro desde hace siete u ocho años, que no da problema y se maneja bien"

Entiende que "no debería de ser necesario el curso para quien tiene ya un perro desde hace siete u ocho años, que no da problemas y se maneja bien". La formación podría ir destinada "al que tenga la idea de adoptar un perro y que sean las protectoras las que le indiquen que tiene que hacer un curso". Calcula que el mínimo serían 30 horas. 

En cualquier caso, pide que el Gobierno hable con los adiestradores, a los que "no ha consultado nunca", asegura. "Todas estas leyes que llevan sacando están contando mucho con los veterinarios y prácticamente nada con los adiestradores", lamenta.

"Veo imprescindible que los tutores hagan un curso básico. La gente adopta muy alegremente y no es consciente de lo que supone"

Desde las clínicas veterinarias son muchas las dudas, aunque hay especialistas que tienen clara la necesidad de formarse antes de hacerse responsable de un animal. "Veo imprescindible que los tutores hagan un curso básico. La gente adopta muy alegremente y no es consciente de lo que supone", afirma Sandra Portals, veterinaria de Pet&Vet Veterinarios, junto a su compañera Laura Catalán. "Tenía que ser como el carnet de conducir", asegura.

El objetivo sería "saber a qué se va a enfrentar a nivel médico y comportamental. Que sepa lo que supone y fomentar una tenencia responsable", añade la también etóloga, especialidad que estudia el comportamiento animal. En cuanto a si el coste puede ser un problema o incluso desincentivar tener mascota, cree que "es mejor que se gaste el dinero en un curso y se dé cuenta de que no estaba preparado". En su día a día afirma que se encuentran con casos de personas que adoptan "por hacer una buena labor", pero luego no tienen a los animales en condiciones.

En cualquier caso, recuerda que solo es un borrador y "quedan muchas incógnitas". Entre ellas,  considera un punto "conflictivo" la castración obligatoria. Hay exenciones si un veterinario no la considera indicada. Explica que en caso de perros miedosos puede empeorar su salud. El texto no permite la cría por particulares y si hay cachorros no se pueden vender, solo donar.

"¿Cómo lo vas a controlar, poniendo un policía a cada propietario?"

Para otros profesionales la medida es "electoralista" y piden que antes de legislar se sienten a hablar con el sector. Óscar Jiménez, veterinario y miembro de la Asociación de Centros Veterinarios Especializados en Animales de Compañía (Acveac) espera que requisitos como dar un curso no sirvan para "montar chiringuitos o pagar más dinero en impuestos". Duda que se pueda saber si se cumplen obligaciones como que un perro "no pueda estar solo más de 24 horas" y el resto de mascotas, tres días. "¿Cómo lo vas a controlar, poniendo un policía a cada propietario?", se pregunta. El "sacrificio cero" de animales, salvo por eutanasia, asegura que ya se está haciendo. Lamenta la "hiperregulación".

Aguinaga considera "desmedido" que haya multas de hasta 600.000 euros por incumplimientos graves. Duda que se pueda vigilar el cumplimiento, que no se ha conseguido con la limpieza de excrementos y orines. "Pondría alguna brigada de policía municipal de paisano y lo perseguiría", plantea en este último caso. 

Pese a las dificultades para descubrir los incumplimientos, la veterinaria está conforme con las cuantías tan elevadas de las multas porque "al final a la gente lo que le duele es el bolsillo. O te pones duro poniendo sanciones gordas o la gente va a decir que le da igual". Pese a ello, coincide en que no servirá de nada si no hay alguien que se dedique a controlar. Lamenta que todavía haya perros en Zaragoza que no cuentan con el microchip obligatorio.

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