efeméride

El amor por la palabra de María Moliner

Un 30 de marzo de 1900 nació en Paniza la filóloga y bibliotecaria que pasó a la historia por elaborar, a lo largo de 15 años, el diccionario más completo de la lengua castellana.

Un ejemplar del Diccionario de Uso del Español, junto a un retrato de María Moliner, en la biblioteca de Paniza.
Un ejemplar del Diccionario de Uso del Español, junto a un retrato de María Moliner, en la biblioteca de Paniza.
José Miguel Marco

Este martes se cumple el aniversario del nacimiento de Goya en Fuendetodos. Pero hoy es día de homenajear también a otra aragonesa ilustre, María Moliner, que nació un 30 de marzo de 1900 en Paniza (Zaragoza). 

Solo vivió dos años en el pueblo, ya que su familia se trasladó a Almazán (Soria) y, poco después, a Madrid. Influida desde su juventud por las ideas de la Institución Libre de Enseñanza, María Moliner conservó siempre un convencimiento absoluto en el papel de la educación y en la necesidad de acercarla a todos. Volvió a vincularse a Zaragoza en los años del bachillerato y la universidad. Estudió Filosofía y Letras en la rama de Historia, quizá porque era la única que entonces se podía cursar en la capital aragonesa.

Los libros fueron su gran pasión, su vocación y su modo de vida. Con 22 años ganó las oposiciones al Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos y pasó los siguientes quince trabajando como bibliotecaria y archivera en diversas instituciones.

Su primer destino fue el Archivo de Simancas para después pasar al Archivo de la Delegación de Hacienda de Murcia. Será allí donde conocerá al que será su marido, D. Fernando Ramón y Ferrando, catedrático de Física, y donde nacerían sus dos hijos mayores. Después se trasladaron a Valencia, donde nacieron sus dos hijos pequeños.

Moliner también colaboró con las Misiones Pedagógicas de la República, ocupándose de la organización de las bibliotecas rurales. La llegada del franquismo le trajo represalias en forma de pérdida de escalafón profesional; finalmente pasó a dirigir en 1946 la biblioteca de la E. T. Superior de Ingenieros Industriales de Madrid, donde se jubiló en 1970. Murió en la capital en 1981.

El 'María Moliner'

Fue un regalo de su hijo, que le trajo desde París en 1951 el 'Learner’s Dictionary of Current English' el que le dio la idea de escribir un “pequeño diccionario” de español. El 'Diccionario de uso del español', publicado entre 1966 y 1967, acabó convirtiéndose en el proyecto de su vida. Ella misma describió en una entrevista cómo había sido el comienzo de su obra: "Estando yo solita en casa una tarde cogí un lápiz, una cuartilla y empecé a esbozar un diccionario que yo proyectaba breve, unos seis meses de trabajo, y la cosa se ha convertido en quince años".

Los dos tomos del diccionario de María Moliner.
Los dos tomos del diccionario de María Moliner.
José Miguel Marco

Quince años de trabajo paciente y casi en solitario, que denotan el tesón de la aragonesa, fueron necesarios para que su proyecto viera finalmente la luz con sus cerca de 80.000 entradas. Un diccionario que, frente al resto, no solo ofrecía el significado de cada palabra, sino que añadía mucha más información sobre la relación con otras voces (sinónimos, palabras del mismo campo semántico, las preposiciones que se usan con cada verbo, las voces que suelen aparecer juntas, ejemplos de uso…). 

En 1972 varios académicos la propusieron para su ingreso en la Real Academia, lo que la hubiera convertido en la primera mujer en acceder a un sillón en esa casa, pero finalmente los académicos no apoyaron su candidatura, posiblemente influenciados por el su condición de mujer, por no ser filóloga de formación o porque su diccionario incluyera voces malsonantes. Cuando, años después, los mismos académicos le propusieron intentarlo de nuevo, pero ella lo rechazó. 

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