¿Es recomendable hacer deberes en las vacaciones?

Como en la cercanía de cada periodo vacacional, los progenitores debaten estos días en la puertas de los colegios sobre la conveniencia o no de que los niños se lleven a casa deberes para hacer durante las fechas navideñas. Un tema sobre el que existe mucha división y en el que los expertos tampoco aportan una visión unánime.

Además, la pandemia, que al igual que lo ha hecho con numerosos ámbitos de la vida también ha transformado la enseñanza, ha hecho que lo virtual tenga más peso en el día a día y que las herramientas que antes se utilizaban de manera puntual entre el alumnado ahora se hayan extendido y naturalizado entre buena parte de este.

No obstante, aunque este contexto lo haga más favorable, son muchas las voces que se oponen a que los pequeños de la casa, para los que las vacaciones son sinónimo de desconexión y ocio, tengan que trabajar en estos periodos, pues sostienen que la mente necesita descansar y tener horarios más flexibles que durante la rutina de los demás meses del año.

Una circunstancia a la que suman las tensiones que en ocasiones generan los deberes en las familias, pues a menudo ellos rechazan hacerlo en estas épocas, en las que prefieren jugar, lo que hace que sus responsables les puedan acabar castigando. Asimismo, esto puede llevar a que el resto de la familia no pueda salir hasta que los pequeños los hagan.

No perder el hábito

Por su parte, los partidarios defienden que si cumplen estos días con sus obligaciones, no perderán ese hábito durante el curso. Asimismo, ponen el foco en que muchos de ellos se pasan estos periodos viendo la televisión, de forma que los deberes serían la tabla de salvación que les conectaría con su responsabilidad.

En cualquier caso, cada vez más expertos abogan por apostar por ejercicios que potencien su motivación a la vez que abordan el aprendizaje, pues hay numerosas formas de mantener el cerebro activo. Ejemplo de ello son los videojuegos, pues diversos estudios han puesto de manifiesto su influencia a la hora de mejorar la atención visual, fomentar la creatividad e impulsar sus capacidades de planificación, organización y pensamiento flexible.

Otras opciones interesantes son los libros, entre los que existen multitud de propuestas entretenidas. Asimismo, también están los experimentos científicos sencillos que se puedan realizar en casa sin peligro, los trucos de magia, las excursiones al campo y los espacios naturales para que conozcan mejor el entorno que les rodea, las visitas a museos donde los padres y madres puedan explicarles contenido educativo, los juegos de mesa que favorezcan el aprendizaje de las asignaturas escolares o las aplicaciones educativas que hacen que profundizar en determinadas materias sea un desafío que despierte notablemente su interés.

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