música y niños
"La proliferación de músicos que publican en redes sociales sus propuestas estos días responde a la necesidad de sentirnos bien"
Ángeles Arranz, profesora de música y presidenta de la Asociación de profesores de música de Aragón, explica la importancia de la música estos días.
“La creatividad se perfila como una de las herramientas para aliviar el impacto psicológico derivado de la situación de distanciamiento físico. Un aluvión de propuestas culturales ha irrumpido en nuestras casas y la música ha convertido los balcones en improvisados escenarios”, señala Ángeles Arranz, profesora de música y presidenta de la Asociación de profesores de música de Aragón.
Una de estas propuestas creativas artísticas es componer una canción en familia, porque ayuda a pasar tiempo unidos provoca emociones positivas que influyen en el estado emocional.
¿Cuáles son los pasos para componer una canción?
Lo más importante es saber qué comunicar y cómo: qué carácter va a tener, a qué público se quiere llegar... Allí entran en juego factores como el ritmo, la letra, el tipo de armonía que acompañará a la melodía, la estructura, etc. El proceso de creación puede partir de un texto, de una secuencia de acordes, un esquema rítmico o de una melodía.
¿Lo habéis hecho alguna vez en clase? ¿Cómo?
En el aula se simplifica y se trabaja de manera muy pautada. Los más pequeños hacen improvisaciones rítmicas o melódicas sobre bases musicales con elementos de sencilla utilización y apoyándonos en un relato, una canción o el movimiento. De esa manera pueden componer sobre patrones rítmicos o melódicos sus propias estructuras.
Para etapas posteriores contamos con programas y aplicaciones basadas en ‘loops’ que se pueden mezclar y superponer. Si se quiere añadir una parte melódica la manera más fácil de hacerlo es rapeando.
Ya con conocimientos básicos de lenguaje musical son capaces de elaborar melodías sobre secuencias de acordes propuestas. Para el arreglo final se utilizan programas que añaden patrones rítmicos según el estilo elegido. En todos los casos los resultados son muy gratificantes para el alumnado.
En casa podemos utilizar aplicaciones online con los más pequeños, cómo 'classics for kids', o improvisar instrumentos de percusión reciclando utensilios cotidianos con los que inventar esquemas rítmicos para ejecutar encima sencillas melodías improvisadas.
¿Cómo ayuda la música a los niños durante estos días en casa?
La gran proliferación de músicos profesionales y aficionados que estos días publican en redes sociales sus propuestas responde a la necesidad de sentirnos bien. Estudios científicos han demostrado su capacidad para reducir la ansiedad en niños y adultos. No en vano existe la terapia musical como intervención complementaria empleada con éxito para reducir la ansiedad ante los procedimientos invasivos en pacientes pediátricos.
La música ayuda a los niños a divertirse, moverse, entretenerse, relajarse, practicar una actividad cultural y ordenar sus rutinas diarias. En este sentido el profesorado de música está realizando una labor de acompañamiento motivado al alumnado con 'retos musicales'. Es el caso de COAEM (Confederación de Asociaciones de Educación Musical del Estado Español) en su iniciativa #Músicaviral con propuestas diarias, sencillas, asequibles que estimulan su creatividad y generan sentimientos de alegría, superación y conexión en las familias.
Un ejemplo es la familia Iriarte Domínguez de Zaragoza, que interpreta la famosa canción italiana, Bella Ciao, uniéndose a la propuesta de #Músicaviral.
¿Por qué es importante seguir con la educación musical vía telemática?
Los alumnos necesitan seguir vinculados a las actividades lectivas y sobre todo con aquellas que les permiten obtener estrategias de gestión de sus emociones. La neurociencia avala la teoría de que la música favorece el desarrollo intelectual y emocional de las personas y afirma que la formación musical puede modificar el cerebro en el plano creativo. Al ser la música una actividad inherente al ser humano (los niños se expresan cantando y bailando de manera casi innata mucho antes de desarrollar otros procesos cognitivos e intelectuales) se convierte en una herramienta esencial para desarrollar la creatividad.
La clase de música supone un momento de disfrute. La metodología utilizada trata de desarrollar las inteligencias múltiples con actividades creativas: desde la expresión musical al movimiento, pasando por la improvisación o la composición.
En este momento no nos podemos permitir privar a los niños de la educación musical. Su adaptación a la nueva situación está suponiendo mucho esfuerzo y las actividades musicales propuestas desde los centros educativos generan alivio y momentos distendidos. Las actividades que más éxito están teniendo entre el alumnado son las que dan rienda suelta a su creatividad.
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