El juego favorece el desarrollo de los niños en todas las áreas y en estos días de vacaciones de Semana Santa en casa es más importante aún que los pequeños se entretengan y, de paso, hagan ejercicio. Según los expertos, los niños deben tener una rutina de movimiento en casa. Los juegos tradicionales pueden ser una buena forma de moverse y divertirse a la vez. A continuación, te proponemos algunos de ellos.

El juego de las sillas

Hay que poner en el centro una silla menos del número total de jugadores que haya. Se pone la música y se baila alrededor de las sillas hasta que deje de sonar. En ese momento, hay que correr hacia la silla que esté vacía. El que se queda sin silla es eliminado. Entonces, se quita otra silla y así hasta que quede un único jugador, el ganador. 

El escondite

La casa está llena de lugares donde poder esconderse. Mientras uno cuenta, el resto buscan su escondite. Debajo de una cama, detrás de una puerta, junto al sofá, entre las cortinas... Pero recordad, no hay que esconderse siempre en el mismo sitio o los contrincantes lo tendrán mucho más fácil. Aquí tienes algunas pistas para que no te encuentren.

Estatuas musicales

La música empieza a sonar. Se puede bailar y moverse a su ritmo, pero cuando pare... hay que quedarse tan quieto como una estatua. El que se mueva, quedará fuera del juego. Y así hasta que solo haya un ganador. También se puede incluir este juego dentro de una yincana con más pruebas.

Fútbol chino

Aunque hay varios nombres para este juego (también se le conoce como fútbol indio o tomate), lo importante es que requiere de poco espacio y es apto para todos las edades. Los participantes hacen un círculo con las piernas abiertas. Estas serán las porterías. Con las manos y sin que la pelota deje de tocar el suelo, hay que tratar de meter gol entre las piernas de algún compañero. Puede utilizarse una pelota de goma espuma o esta pelota con la que no puedes romper nada en casa. Cuando a un jugador le meten el primer gol, deja de utilizar una mano; con el siguiente gol, pasa a usar la cabeza; con el tercero, tiene que darse la vuelta; el cuarto, lo eliminaría. Hay muchas oportunidades.  

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