Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Toma de decisiones

Inteligencia competitiva en el ADN de la estrategia empresarial

Con la única finalidad de facilitar la toma de decisiones de sus clientes, el Instituto Tecnológico de Aragón lleva más de diez años ofreciendo servicios de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva, una herramienta que debe formar parte del ADN de la estrategia empresarial.

Disponer de la información relevante en el momento preciso es clave y estratégico.
Disponer de la información relevante en el momento preciso es clave y estratégico.

Una de las principales razones para considerar la inteligencia competitiva como una herramienta clave para las organizaciones reside en que les permite conocer los movimientos que se están produciendo en su entorno y que pueden impactar de manera catastrófica en la cadena de valor de la empresa e incluso del sector. Una nueva directiva, un nuevo competidor en el mercado, una tecnología novedosa pueden cambiar el paradigma actual… Pero la inteligencia competitiva no solo es detectar las amenazas, sino detectarlas a tiempo para poder reaccionar a la mayor brevedad posible. La rapidez de los cambios tecnológicos, el potencial de las nuevas tecnologías, la globalización de los mercados, en definitiva, la apertura del tablero de los negocios a nivel mundial, hacen que controlar qué movimientos se están produciendo, quién los está llevando a cabo y en colaboración con quién y en dónde son preguntas clave que cualquier organización tiene que saber responder en todo momento. Y la pregunta que no se debería llegar a formular nunca es: ¿cómo no lo hemos podido ver a tiempo?

La inteligencia competitiva es la herramienta que ofrece la respuesta a dichas preguntas facilitando la toma de decisiones, en muchos casos estratégicas, con un menor riesgo. Disponer de la información relevante en el momento preciso es clave y estratégico.

La empresa que desee minimizar riesgos debe organizar su proceso de inteligencia competitiva realizando actividades de vigilancia en torno a cuatro ejes básicos: vigilancia competitiva, comercial, tecnológica y del entorno.

Vigilancia competitiva

El objetivo de la vigilancia competitiva es detectar información sobre competidores tanto actuales como potenciales, así como productos que puedan reemplazar a los de nuestra organización.

Vigilancia comercial

Para recopilar datos referentes a clientes y proveedores se aplica la vigilancia comercial. Conocer los mercados, clientes (evolución de sus necesidades, solvencia, etc.) y proveedores (estrategia de lanzamiento de nuevos productos).

Vigilancia tecnológica

La vigilancia tecnológica nos dota de conocimiento sobre los avances científico-técnicos, de los productos y servicios, de los procesos de fabricación, de los materiales y su cadena de transformación y, en definitiva, nos permite realizar un análisis de las tecnologías disponibles tanto maduras como emergentes.

Vigilancia del entorno

La vigilancia del entorno busca detectar información que pueda impactar en la actividad empresarial y que no depende directamente de los movimientos que se están produciendo en el propio sector. Entraría dentro de esta tipología de vigilancia la monitorización de factores sociológicos, culturales (en caso de internacionalización), políticas, legislación, normativa, reglamentos, etc.

Poco a poco, las empresas están empezando a ser conscientes de la importancia de la vigilancia tecnológica y de la inteligencia competitiva viendo el impacto positivo que una buena gestión de las mismas puede provocar en su sostenibilidad. Reflejo de ello es el crecimiento paulatino que los servicios de vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva han tenido durante los últimos años en Itainnova, tanto como servicio de consultoría específico como integrados en proyectos de desarrollo.

Analizar para ser mejores

Los términos ‘vigilancia tecnológica’ e ‘inteligencia competitiva’ son el resultante del análisis de la información obtenida de cuatro ejes –vigilancia competitiva, comercial, tecnológica y del entorno– y deben dotar a las empresas de capacidad para:

  • DETECCIÓN TEMPRANA Anticiparse a los cambios relevantes en el entorno de la empresa mediante una detección temprana de los mismos.
Por ejemplo, la entrada en el mercado de Didi, plataforma similar a Uber, en diferentes países está siendo una amenaza para las demás plataformas de transporte de personas. Conocer al competidor a tiempo y planificar una estrategia comercial puede minimizar su impacto.
  • MINIMIZAR LOS RIESGOS Detectar las amenazas para la empresa, ya sea de nuevos productos, normativas o competidores permite a la organización tomar las decisiones más adecuadas.
Por ejemplo, conocer con tiempo la prohibición de aditivos en materiales, normas en seguridad, etc. permite a las empresas comenzar el proceso de adaptación de sus productos o procesos antes de que las leyes entren en vigor. Recientemente, el problema de la sobreproducción de plásticos de un solo uso llevó a la Unión Europea a prohibir su uso a partir de 2021. Detectar a tiempo una directiva y conocer cómo va a ser traspuesta en cada país permite a las empresas tener una mayor capacidad de adaptación y más tiempo de investigación en nuevos materiales biodegradables.
  • CONOCER EL MERCADO Para ello, hay que identificar las características y necesidades de los usuarios.
Por ejemplo, Xiaomi, el fabricante de móviles, detecta que los vehículos de movilidad personal van a tener un gran impacto en las zonas urbanas y que puede ser una oportunidad. Como respuesta, Xiaomi genera una nueva línea de negocio en la que se dedica a la venta de patinetes eléctricos.
  • INNOVAR Y ADELANTARSE A TUS COMPETIDORES Mediante la identificación de nuevas oportunidades de mejora y generación de ideas innovadoras tanto tecnológicas como de mercado.
Así, nuevos materiales de aplicación a la actividad, como la fibra de carbono para cuadros de bicicleta o arcos de violín, pueden suponer una ventaja competitiva que aumenta la calidad y propiedades de los productos.
  • COOPERACIÓN CON TERCEROS En puntos que vienen a complementar y fortalecer las carencias de la organización.
Trabajar en colaboración con proveedores, centros de I+D+i y universidades para desarrollar productos o mejorar procesos que permitan a la organización ser más competitiva en el mercado debe ser una práctica habitual. Por ejemplo, Enarco, experto en compactación de hormigón, ha lanzado al mercado Boxel, un revolucionario convertidor electrónico de alta frecuencia diseñado para hacer vibrar el hormigón con agujas de motor interno que reduce el peso y el volumen un 70% respecto a los convertidores mecánicos tradicionales, fruto de la colaboración de Enarco con Itainnova.

En definitiva, la vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva deben verse como una herramienta al servicio de la estrategia empresarial. Esta información debe servir como medio para facilitar y minimizar el riesgo en la toma de decisiones.

Jorge Riobó ingeniero de Itainnova, experto en vigilancia tecnológica e inteligencia competitiva

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