Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Vigilancia tecnológica, el arte de anticiparse

La información, tanto interna como externa, es seleccionada y analizada hasta convertirla en conocimiento útil para la toma de decisiones.

La vigilancia tecnológica es un proceso que capta información sobre ciencia y tecnología, la selecciona, la analiza, la difunde y la comunica, para convertirla en conocimiento
La vigilancia tecnológica es un proceso que capta información sobre ciencia y tecnología, la selecciona, la analiza, la difunde y la comunica, para convertirla en conocimiento

Solo abriendo bien los ojos hay opción de anticiparse y ganar ventaja en la toma de decisiones.

La vigilancia tecnológica es un proceso organizado, selectivo y permanente, capaz de captar información sobre ciencia y tecnología tanto del exterior como de la propia organización, seleccionarla, analizarla, difundirla y comunicarla, para convertirla en conocimiento con el fin de tomar decisiones con menor riesgo y poder anticiparse a los cambios.

El apellido ‘tecnológica’ puede llevar a pensar que su uso se circunscribe única y exclusivamente al ámbito puramente industrial, pero la realidad es otra bien distinta. Sectores tan dispares como la educación, biociencias, salud, turismo y un largo etcétera sustentan la toma de decisiones en el análisis proveniente de procesos de vigilancia.

Mucho más que buscar en Google

Aunque pueda parecerlo, el proceso de vigilancia tecnológica no es trivial. Los más de diez años de experiencia que atesora Itainnova en este campo nos llevan a asegurar que un proceso de vigilancia no se basa en buscar en Google, al menos no solo en eso. El actual contexto permite tener acceso a una ingente cantidad de información con el acceso a la triple w. Lo que por un lado es algo positivo por tener información accesible desde cualquier ordenador personal, por otro puede convertirse en un proceso tan complejo como subir el Everest por la cara norte y sin oxígeno. Infoxicación le llaman, y no es otra cosa que ‘desfallecer’ por el volumen de información que asoma a tu monitor.

Hay que tener en cuenta que actualmente la competencia no es local sino global y la vigilancia, por lo tanto, debe trascender nuestras fronteras. Este hecho hace que sea clave definir con precisión cuáles son los parámetros críticos a la hora de tomar decisiones estratégicas, centrando nuestros esfuerzos de vigilancia en ellos. Una buena práctica es tener en cuenta las recomendaciones que aparecen en la norma UNE 166006: Sistema de Vigilancia Tecnológica e Inteligencia Competitiva.

¿Qué resultados podemos esperar de un proceso de vigilancia tecnológica?

Los resultados obtenidos de un proceso de vigilancia tecnológica tienen relación directa con la resultante de consultar bases de datos de artículos científicos (WoS, Scopus, IEEE…), patentes (Invenes, Espacenet, WIPO…), revistas especializadas y, en definitiva, foros científico-técnicos que nos darán a conocer qué está sucediendo en el entorno científico-tecnológico y qué es probable que ocurra.

Desde Itainnova, fortalecemos el conocimiento tecnológico de las empresas mediante la detección de la evolución de las tecnologías, los líderes y competidores, la madurez de un producto, la evolución del esfuerzo en I+D+i de una organización, el análisis de patentes para evitar infracción de derechos de terceros, la detección de polos científico-tecnológicos y los mercados de interés, etc. Todo ello con el único fin de que las empresas afronten la toma de decisiones con un menor riesgo.

Herramientas
Software El número de patentes solicitadas a lo largo del año 2015 fue superior a 11.500.000 (según WIPO). Si hablamos de cuántos minutos de contenidos existen en una plataforma como Youtube, la respuesta sería que en torno a 1.700 años, lo que implica que necesitaríamos 22 vidas para poder ver todos estos vídeos. Es evidente que necesitamos ayuda. Para la búsqueda y filtrado de información, las herramientas software deben entrar en juego como agente facilitador de los procesos de vigilancia. Será en las fases posteriores del ciclo (validación y puesta en valor de la información) cuando las herramientas queden al margen y la responsabilidad recaiga sobre el analista de vigilancia. Una evolución vertiginosa Allá por el año 2005 el software existente era escaso y caro. La búsqueda se centraba en documentación científico-técnica con motores de búsqueda semántica que retornaban resultados no del todo satisfactorios. En cinco años, las herramientas software proliferaron y surgieron herramientas específicas, más baratas y con motores de búsqueda semántica depurados. Se establecieron alertas informativas por temática y por grupos de distribución, de tal forma que cada miembro de la organización recibe aquellos contenidos que son de su interés y que le aportan conocimiento. En la actualidad existen todo tipo de herramientas y para todo tipo de temáticas. El acceso a ellas ya no es ‘prohibitivo’ (plataformas de vigilancia colaborativas en código abierto) y sobre todo prima la personalización según las necesidades del usuario. Se vigilan redes sociales, contenidos multimedia (¿de qué hablan en un vídeo o un audio?), documentación técnica, etc., reportando información clave para la toma de decisiones estratégicas a nivel tecnológico.Las nuevas tendencias incorporan herramientas capaces de analizar grandes volúmenes de datos (Big Data) al proceso de vigilancia. Dando respuesta a las necesidades del mercado, Itainnova trabaja actualmente en varios proyectos relacionados con la aplicación del Big Data a vigilancia tecnológica.

Jorge Riobó técnico de Explotación Resultados y Propiedad Industrial de Itainnova

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