Un cibercementerio para gestionar en positivo el más allá digital
Un emprendedor de Soria ofrece a través de su nuevo proyecto empresarial, Adios4ever, soluciones para tramitar un testamento digital o, si se prefiere, ser recordado para la posteridad en internet de manera ocurrente y respetuosa al mismo tiempo.
Jorge Arribas, un empresario de Soria siempre en busca de nuevas iniciativas, cambió a finales de 2018 el rumbo de su negocio, Stop Stress, una empresa relacionada con la gestión del estrés a través de la llamada destructoterapia, basada en este caso en romper coches para el desguace a mazazos, por otro bien distinto: un cibercementerio.
Hace algo más de un año, y tras la propia experiencia de la pérdida de un ser querido, Arribas se dio cuenta de la necesidad de expresarse por parte de las personas que rodean a los fallecidos de maneras distintas en el mundo digital, desde las clásicas formas de luto y homenajes, hasta las más divertidas.
De este modo, decidió crear Adios4ever, una ‘startup’ que, según sus características, “tal vez se trate del primer cibercementerio en España y. posiblemente, de los poquitos que existen en países de habla hispana, donde hacemos de la muerte algo divertido”, explica.
Los servicios de esta empresa comprenden: ‘Despedida y cierre’, que comprende la gestión de las redes sociales de una persona cuando fallece, su protocolo de desactivación y la eliminación del rastro digital si así se desea; el ‘Collage virtual’, basado en la recopilación de los contenidos línea, recopilados en un videomontaje del ser querido para la posteridad que puede coronarse con una última gran entrada o tuit en las redes sociales; o el ‘Cibercementerio’, un espacio en la nube donde rendir homenaje a los finados, seguir dejándoles frases, recuerdos, comentarios o imágenes, siempre en positivo y con respeto, para que nunca caigan en el olvido.
Desde Adios4ever se encargan de eliminar o preservar, según se decida, los perfiles en redes sociales, blogs, cuentas de correo y otros archivos de internet. “Resulta obvio que todos vamos a morir en algún momento y, aunque no nos guste pensar en eso, cada vez es más necesario pensar qué será de nuestro legado digital”.
Esta cuestión se tiene cada vez más en cuenta en el sector funerario y, por supuesto, ha comenzado a articularse en el ámbito jurídico, donde se recoge en forma de testamento donde se dispone lo que son bienes digitales, además de bienes físicos”.
“La ‘muerte digital’ es un gran problema que aún no estamos asimilando porque las redes sociales hace poco tiempo que existen. Los datos de los usuarios tienen un valor para las empresas que las gestionan, y se corre el riesgo de que se puede robar la identidad de una persona fallecida, incluso para cometer delitos. Se calcula que a comienzos de 2019 había 80 millones de perfiles de fallecidos solo en Facebook”, subraya.
“A través de un sistema de infraestructura de comunicación ‘online’ verificamos todas las redes de un cliente previo autorización de los familiares o personas responsables de estos datos digitales. Con esta información recopilamos todos los recuerdos del ser querido para mantener su recuerdo en internet” añade. A través de su página de internet los usuarios pueden contratar con esta empresa y ampliar información acerca de sus tarifas y servicios, en función de cada caso.
Arribas comenta que esta idea se materializó tras llegar a la conclusión de que “no existe un sitio donde este legado esté todo junto. No hay una tumba digital, un cibercementerio con toda nuestra vida virtual. Por eso decidí llevar adelante este proyecto, que ahora se encuentra en fase de crecimiento con la incorporación de un socio tecnológico. La idea es que podamos seguir recordando a nuestro seres queridos en internet de un modo respetuoso pero a la vez positivo, incluso divertido. El único requisito que pedimos es que no se incluyan cosas tristes”.
