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¿De origen animal o vegetal? El trampantojo llega al súper... y con polémica

Embutidos y hamburguesas sin carne; leche y queso que no proceden del sector lácteo; o incluso tortilla sin huevos.

Hay empresas tradicionalmente cárnicas que compatibilizan sus líneas tradicionales con otras nuevas en base vegetal.
Hay empresas tradicionalmente cárnicas que compatibilizan sus líneas tradicionales con otras nuevas en base vegetal.
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El fenómeno "veggie" avanza a ritmo acelerado en España y su expansión ya es visible en el supermercado, un movimiento no exento de polémicas y tensiones debido a su difícil convivencia con las referencias originales y que tiene incluso ramificaciones de tipo legal.

Embutidos, albóndigas y hamburguesas sin carne; leche, queso y yogures que no proceden del sector lácteo; o incluso tortilla y mayonesa sin huevos; cada día son más las referencias dirigidas a un público interesado en reducir la ingesta de proteína animal.

Compartir espacio en el mismo lineal del supermercado, prometer una experiencia parecida a nivel de sabor y textura o ser conocidos popularmente con el mismo nombre -aunque comercialmente muchos no puedan hacerlo por ley- son los principales factores que generan controversia dentro del sector de la alimentación en España.

Las tensiones, aunque sin llegar a ser públicas, son palpables de puertas para adentro, ya que, por ejemplo, hay empresas tradicionalmente cárnicas que compatibilizan sus líneas tradicionales con otras nuevas en base vegetal.

"Estamos en una zona gris, falta que el legislador comunitario clarifique el tema", explica en declaraciones a Efeagro el experto en Derecho Alimentario José María Ferrer, quien habla de una paradoja: la normativa española prohíbe el uso de algunas expresiones para los fabricantes nacionales, pero eso no afecta a los productos importados de otros países europeos.

"Hay que cuadrar que la información que llega al consumidor sea veraz y no induzca a error, y no es sencillo. Hay productos que tienen una forma o apariencia que hace que el comprador piense que está elaborado con otros ingredientes (...) Hoy da lugar a confusión", reconoce.

El jefe del departamento de Derecho Alimentario en el centro tecnológico Ainia cita como ejemplo las bebidas vegetales y la leche de coco, que no son leches en sentido estricto.

Sin embargo, las bebidas vegetales suelen comercializarse en el mismo espacio que los tradicionales cartones de leche, lo que genera fricciones.

"Habrá que llamar a las hamburguesas vegetarianas preparados en base vegetal o algo similar, el problema es que el consumidor no lo entendería igual... Pero hay que hacerlo de alguna manera", argumenta Ferrer.

Desde la patronal cárnica Fecic, su responsable del área técnica, Ignasi Pons, confirma que la normativa española protege denominaciones como salchicha o hamburguesa, entre otras muchas, por lo que su fabricación dentro del país tiene que responder a esa norma de etiquetado.

El principal problema está en los productos importados desde países -incluidos los intracomunitarios- que no protegen esas denominaciones por lo que la solución real, según Pons, es que la Comisión Europea establezca la legislación necesaria ya que la actual es ambigua y puede dar lugar a diferentes interpretaciones.

Pese a ello, un vistazo por los lineales de los supermercados españoles (físicos y "online") permite ver que también hay fabricantes españoles detrás de referencias como "hamburguesa 100% vegetal", "hamburguesas de zanahoria", de calabacín o berenjena o "salchichas vegetales de tofu".

En declaraciones a Efeagro, el fundador de la consultora Lantern -autora del estudio anual 'La revolución verde'-, Jaime Martín, confirma que la búsqueda de sustitutos de la carne está creciendo en España a ritmo acelerado.

"Es una tendencia global, hay países donde este fenómeno está más avanzado, como EEUU, Reino Unido o Alemania, pero en España nos sorprende el crecimiento tan fuerte teniendo en cuenta que empezamos más tarde y que somos un país con mucha carne, pescado y marisco", argumenta.

Según la última edición de su informe (de 2017), más de la mitad de los consumidores españoles probaron a lo largo del año hamburguesas, "nuggets" o embutidos de base vegetal.

"No tenemos una cultura gastronómica muy rica en lo que se refiere a las verduras, tenemos buen producto pero no sabemos cocinarlas. En otras latitudes, como Asia o América Latina, son más imaginativos y que lleguen aquí nos viene bien, ya que la monotonía perjudica el consumo", razona.

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