Objetivo: evitar electrocutarse con el móvil en la bañera

El caso de una atleta rusa es el último de estas características. Para que no suceda, debemos seguir unos consejos

La corriente eléctrica, cuanto más lejos de la bañera, mejor
La corriente eléctrica, cuanto más lejos de la bañera, mejor

La noticia puede sorprender, pero ni mucho menos es nueva: la atleta rusa Irina Rýbnikova, de 15 años, ha muerto por una descarga eléctrica en la bañera cuando el móvil que estaba cargando se ha caído supuestamente al agua. En Rusia, China y Estados Unidos se han dado desgraciados casos como el de la joven deportista. ¿Hasta qué punto es arriesgado? ¿Qué hay que hacer para prevenirlo?

El primer consejo es el más evidente: “Si estás en la bañera, la electricidad bien lejos. No debes tener ningún elemento eléctrico cerca”. Lo cuenta Luis Ángel Carbó, responsable en Aragón de ECA Grupo Bureau Veritas. Según explica, los móviles suelen tener un potencial eléctrico de 3,5 voltios, con lo cual por sí mismos no suponen ningún peligro, más allá de que el terminal se pueda estropear. Otro consejo es que el enchufe más cercano esté lo suficientemente lejos como para que un cargador convencional no llegue hasta la bañera.

“Yo me imagino que habrá pasado algo distinto, como por ejemplo que tuviese el cargador conectado a un alargador y este se haya sumergido en el agua”, valora Carbó. Si subimos un grado nuestro nivel de insensatez podemos llegar a ese punto; en ese caso aproximamos los 230 voltios de tensión que tiene nuestro hogar a la propia bañera.

Esto mismo le pasó a una menor en Lovington (Nuevo México), Estados Unidos, en julio del año pasado. Madison Coe llegó a enviar un mensaje con foto a un amigo instantes antes de morir: “Cuando unía un alargador para poder enchufar el móvil mientras estaba dándose un baño”, informó la CNN. La investigación posterior reveló que el móvil no llegó a entrar en contacto con el agua, al contrario que el alargador. El suceso incluso dio lugar a una campaña de concienciación para alertar del uso del teléfono móvil en el baño.

Aun así, lo normal en una casa moderna sería que entrase en juego el diferencial y se cortase la corriente eléctrica. “Al introducir un aparato eléctrico el diferencial salta en cuanto pasan 30 miliamperios por el circuito; está calculado para que no se produzca la muerte, ya que debe saltar en 120 milisegundos como mucho”, apunta Carbó.

El problema es que no todas las viviendas tienen diferencial. Las construidas antes de 1972, por ejemplo, carecen de él salvo que uno haya hecho alguna modificación en la instalación. Además, este elemento puede presentar un estado defectuoso. “Puede quedarse atascado”, recuerda el responsable de ECA Grupo Bureau Veritas, quien aconseja hacer al menos una revisión al año para comprobar que funciona correctamente.

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