Muchas son las razones que pueden motivar una infidelidad -pérdida de deseo hacia la pareja, insatisfacción sentimental, búsqueda de aventura...-, pero ante estos factores, no todos los humanos actúan igual. Una encuesta realizada a más de 2.000 personas en América y Europa ha mostrado que los principales argumentos esgrimidos tras cometer esta deslealtad son: "la otra persona está muy buena", "la otra persona liga conmigo", "tenía dudas sobre mi relación", "no tenía sexo con mi pareja", "mi pareja había dejado de prestarme atención" o "me aburría".

Pero, por otro lado, una investigación publicada en 'The Journal of Sex Research' ha puesto de manifiesto cuáles son las motivaciones que dirigen a las parejas más fieles. Hasta ahora, los estudios solo se habían basado en dos modelos, relacionados con el coste social. Estos son los de interdependencia -poner en una balanza lo que vamos a perder y ganar con esta acción- e inversión -cuanto más se apuesta por la relación, menores son las tentaciones ajenas-.

Los resultados de esta investigación, teniendo en cuenta los dos modelos anteriores, agrupan los motivos disuasorios en cuatro grandes divisiones:

- Razones morales: como la traición a uno mismo o a sus principios.

- Miedo a la soledad: que se produzca una ruptura.

- Preocupación por los hijos: qué dirán de ellos o qué pensarán.

- Efecto en otras personas: lo que los demás puedan pensar sobre el hecho.

Pero estos no son los únicos factores que pueden frenar una infidelidad. Las otras dos variables que predicen si esta acción se acabará consumando son la personalidad del individuo -distinguiendo entre personas impulsivas o con mayor autocontrol- y la situación que atraviesa.

¿Qué hacer cuando se ha producido?

Este acto supone el quebranto del pacto de lealtad establecido entre los miembros de la relación y lleva aparejada la pérdida de confianza en quien la comete. Para conseguir superarla, según la psicóloga clínica y sexóloga del Servicio Aragonés de Salud (Salud), Carmen Sanisidro, "el perdón debe ir acompañado de la aceptación y el olvido".