Descubrir la lluvia tras un ictus, la historia que ha emocionado a Twitter
Rafa de la Rosa ha contado en un hilo la tierna anécdota de su madre tras sobrevivir a un infarto cerebral.
Imaginen que olvidan qué es la lluvia. Imaginen que una enfermedad borra sus recuerdos y que un día, de repente, un chaparrón les descubre la magia de ver caer millones de gotas del cielo, de dejarse mojar la cara, de pisar los charcos. Es lo que le ocurrió a Yolanda, la madre de Rafa de la Rosa, un usuario de Twitter que ha contado en la red social la experiencia de la mujer tras sufrir un ictus. Emocionante y tierna, la historia ha conquistado a las redes sociales:
Ayer, hablando con mi madre me contó la primera vez que ella vio llover.
[NOTA: mi madre sufrió un infarto cerebral hace 9 años y olvidó casi todo]
?Os lo voy a contar porque me pareció PRECIOSO? pic.twitter.com/kyniOjnpoM
Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Cuando le dio el ictus, mi madre perdió, aparte de la movilidad de toda la parte derecha, el habla y gran parte de sus recuerdos.
Que tu madre no sea capaz de reconocerte es un varapalo, pero eso es aparte.
Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Con el tiempo, la increíble labor de los médicos y del tratamiento, mi madre recuperó gran parte de la movilidad y del habla. Aunque con una afasia de Wernicke brutal que causaba situaciones divertidas cuando nos pedía "aguacates" cuando quería "magdalenas".
Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Eso pasó en abril, y por si no lo sabéis, el verano en Sevilla empieza en febrero y dura hasta noviembre, así que desde que la dejaron ir a casa en mayo hasta que llegase el otoño de dos semanas que tenemos en Andalucía, quedaba tiempo.
Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Otra de las peculiaridades del clima sevillano es que llueve poco, muy poco, por lo que la madre de Rafa pasó los primeros meses de su recuperación sin ver ninguna tormenta. Por eso, nadie notó que la lluvia le resultara extraña, hasta que un día...
Había ido andando (mi madre adora caminar) y estaba chispeando pero ella pensó que habían regado alguna planta y que le estaba cayendo el agua de los geranios de algún balcón.
Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Cuando llegó a la consulta, la logopeda empezó la sesión como siempre, y de repente vio que mi madre no le estaba echando cuenta. Asustada, empezó a llamarla temiendo alguna recaída.
--Yolanda, ¿estás bien?
Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Mi madre responde que sí, pero que no sabe qué ocurre fuera, que si es que están limpiando y la logopeda le dice que no. "Entonces, ¿qué es lo que cae?", le preguntó mi madre.
Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
La logopeda no entendía qué le quería decir Yolanda, porque no podía imaginar que lo que tanto llamaba la atención eran las gotas que caían sobre la ventana:
Hasta que mi madre le dijo que era eso que estaba hasta chocando contra la ventana mojándola y la logopeda, con la boca chica, temiendo preguntar algo estúpido le dijo: "¿la lluvia?".
"¿Y eso qué es?", preguntó mi madre.
Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
La logoepda, medio riéndose nerviosa por el susto que se había dado, le explica qué es la lluvia, pero mi madre le pide si pueden ir a verla.
Así que la logopeda la ayuda a caminar hasta la salida del hospital y allí se ponen las dos, a jugar bajo la lluvia.
Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Y aquí es donde llega lo mejor. Porque a sus 45 años, la madre de Rafa descubrió la lluvia y se sintió como una niña pequeña, feliz y juguetona, ante un fenómeno que los adultos nos pasa desapercibido pero que, cómo su historia demuestra, tiene mucho de milagro:
Mi madre ayer súper emocionada contándome lo bien que se lo pasó, cuando el agua empezó a mojarle la cara, a mojarle el pelo. La logopeda y ella abriendo la boca para que les cayese agua (y la logopeda pidiéndole que hiciera gárgaras de paso para reforzar musculatura).
Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Mi madre, con 45 años, estaba viendo llover por primera vez.
Y se lo estaba pasando en grande.
Y me parece algo tan precioso, que ella recuerda de forma tan bonita y que me emocionó tanto ayer cuando me lo contó, que no podía guardármelo para mí solo.
Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
Yo no sé vosotros pero a mí me cambió mucho la percepción de la lluvia ayer después del relato de mi madre porque ¿quién puede contar la primera vez que vio llover?
Rafa de la Rosa (@dragon_mecanico) 18 de junio de 2018
La historia, además, tiene moraleja. Porque el ictus de la madre de Rafa se debió a su condición de fumadora. Así que este joven sevillano termina su historia con un consejo: "No fuméis un paquete diario de tabaco". Después de la historia de Yolanda seguro que muchos disfrutan más del próximo día de lluvia. Y sin necesidad de perder la memoria.