Bardot: vermú y laterío adaptado al cliente

Vermú de grifo, montaditos, vinagrillos y conservas de calidad son sus principales señas de identidad.

Marcela Garcés y Alba Magallón, en el Bardot.
Marcela Garcés y Alba Magallón, en el Bardot.
V. Castellano

Café, bar, bistró... Bardot es un sitio espacial donde desde el desayuno hasta la cena se puede organizar un picoteo. No tiene salida de humos, así que no hay cocina, lo que no quiere decir que no haya una interesante propuesta gastronómica. Sobre todo, enfocada al vermú, que es donde puso el foco desde que abrió sus puertas hace algo más de dos años.

El local es pequeño y tiene pocas mesas. Tal vez por ello se acrecienta la sensación de trato cercano. Hace ya unos meses que, tras una reforma, apareció la barra donde se ubica la vitrina del vermuteo. En ella, casi todos los días repiten visita los mismos argumentos: anchoas, boquerones y gildas; el huevo relleno –una de las tapas más populares–, chipirones en su tinta, albóndigas de carne, cazuelitas de pulpo y ensaladilla rusa, que aunque no esté visible para hacerle hueco a la de bogavante, siempre está preparada.

Lo interesante, además, es que este picoteo se adapta a las necesidades del cliente, ofreciendo las distintas propuestas en formato individual, para dos personas o como ración para compartir. Una versatilidad que se agradece.

A mediodía, especialmente el fin de semana, se nota que esa frase hecha de quedar a tomar el vermú cobra carta de naturaleza. En el Bardot se bebe el vino macerado en hierbas de grifo y se preparan unos cuantos sencillos combinados con bebidas amargas y de aperitivo. Empezó como una moda, pero lo cierto es que esta forma de alternar cada vez le gana más partido a la noche, y ello se está dejando notar en muchos locales.

El salmón y la sardina ahumados y el pollo especiado son los productos más destacados de la oferta de montaditos. En este último caso se ofrecen con guacamole o con salsa agridulce. Y en frío destaca el de ensalada de bogavante.

Para los bocadillos, tostadas y sándwiches se recurre a los mismos ingredientes. Una de las propuestas más sugerentes es la de jamón ibérico de bellota con queso curado de oveja de Sansueña, tomate y aceite. Y una alternativa marinera: sardinas con confitura de tomate, pimientos de piquillo y piparras.

Pero los productos del mar más interesantes llegan de la mano del laterío: berberechos, almejas, navajas, atún a la siciliana, anchoas a la donostiarra, zamburiñas... Una forma de tapear muy clásica que, igual que el vermú y en su compañía, no deja de crecer.

Bardot

Paseo de la Gran Vía, 11. Zaragoza. Teléfono: 675 537 287. Horario: de lunes a viernes, de 7.30 a 22.00. Fines de semana y festivos, de 8.30 a 23.00. Descanso: abre todos los días.- Ver otras noticias de restaurantes recomendados

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