¿Hay microviolencia de género en tu casa?

La educación, la cultura y el reparto de roles normalizan estas situaciones en las que no se trata solo de lo que se hace, sino de lo que se deja de hacer.

Hay cursos para compartir tareas domésticas.
Hay cursos para compartir tareas domésticas.

Un 12,5% de las mujeres que viven en España han sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas o ex parejas, según la Macroencuesta de Violencia contra la Mujer del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.

Pero si se pregunta al resto de mujeres que viven en pareja si sufren algún tipo de violencia machista, responderían mayoritariamente de forma negativa.

No obstante, hay que tener en cuenta el concepto de microviolencia de género, tal y como apunta la psicóloga Beatriz Organero, desde De Cero, centro de ayuda para personas que han sufrido una ruptura sentimental.  Para ella, esta microviolencia es una conducta normalizada en nuestra sociedad a través de  la educación, la cultura y el reparto de roles que, por ello, muchas veces, no somos consciente de ejercerla o sufrirla.

¿Qué son los micromachismos?

"Muchas veces no es algo que se hace, sino algo que se deja de hacer", explica la psicóloga.

Así, puede ser micromachismo no participar en lo doméstico o hacerlo con el calificativo de 'ayudante', dejando toda la carga de la casa a la mujer. También abusar de la capacidad de la mujer a la hora de brindar cuidados a los hijos o a familiares enfermos.

Por otra parte, sigue existiendo el paternalismo, tan implantado en esta sociedad que la RAE todavía define a la mujer como 'sexo débil'. En este ámbito, se incluirían comentarios del tipo “no te comportas como una señorita”, “aprende a cocinar, que a los hombres se les conquista por el estómago”, “cuida tu físico, tienes que ser femenina”, “pobre hijo mío que se ha casado con una mujer que no sabe ni planchar”… Son frases que, aunque cada vez nos producen más rechazo, todos hemos oído, y están normalizadas en nuestra sociedad, según señalan desde De Cero.

A este centro zaragozano especializado cada vez acuden más mujeres a pedir ayuda porque se sienten sobrepasadas. Así lo explica Beatriz Organero: "Hoy en día una mujer con una 'vida plena', se ha tenido que convertir en 'superwoman': trabajando fuera de casa, encargándose de la organización del hogar, de los niños, de sus padres e incluso sus suegros… Además siente que no tiene derecho a quejarse, porque tiene todo lo que se supone que iba a hacerla feliz, una familia, una carrera profesional, una economía suficiente..."

La psicóloga señala que estas mujeres presentan fatiga crónica, deterioro de la autoestima, irritabilidad y un malestar difuso que a veces es difícil de explicar por ellas mismas. Estos suelen ser los efectos que estos micromachismos tienen en la pareja y el motivo porque acuden a De Cero, donde el desgaste y una guerra fría a base de reproches, hacen que se planteen la ruptura o el divorcio.

La psicóloga apunta igualmente que, aunque el porcentaje de 'micromachismos' es aún muy alto, cada vez hay más hombres que apuestan por una relación sana e igualitaria, donde el reparto de tareas y de roles está equiparado y ven a su pareja como una 'igual'.