Sociedad

Isabel Preysler se queda sin cuello en su última aparición en las revistas del corazón

En la imagen de la 'reina de corazones' se han excedido con el uso de photoshop y aparece con un cuello minúsculo y unos brazos sin una sola arruga.

Isabel Preysler luce un cuello de lo más sospechoso.
Instagram revista Hola.

El kiosco de la prensa rosa de esta semana lleva a sus portadas a la reina de corazones, Isabel Preysler, quien presume de sus nuevos nietos, los herederos de su hijo Enrique Iglesias, que nacieron hace unas semanas en el más absoluto de los secretos. Pero lo que llama la atención de esta portada, en la que Isabel presume de abuela, no son sus declaraciones, sino el minúsculo cuello que luce la madre del famoso cantante.

Todos los años por estas fechas, la actual compañera de Vargas Llosa posa para su revista de cabecera, 'Hola', que se encarga de que luzca más bella que nunca. Y todos los años llueven las críticas porque, en su afán de que aparezca impecable, la dejan irreconocible.

Un año se queda sin nariz, otro sin cuello, y algún año parecerá un holograma o su propia nieta, camino va de ello. La reina de los corazones siempre ha reconocido que es fiel a los tratamientos de belleza, pero hace unos años aseguró, en la presentación de su línea de cremas, que ella está "en contra del photoshop'". No sabemos si lo dijo con cierta sorna e ironía por la polémica que suscita.

Pero esta no es la última polémica de Isabel y el photoshop, ya que en la revista 'Harper's Bazaar' luce unos brazos tan tersos que se quedan sin codo y sin muñeca. En esta ocasión, su pareja y ella cuentan como arrancó su historia de amor y lo mucho que han llegado a quererse en estos dos años que llevan juntos.

Las declaraciones van acompañadas de un vídeo, elaborado por los profesionales de la revista, donde se les ve bailando. En esa grabación, la abuela de los hijos de Enrique Iglesias luce un brazo propio de su edad, totalmente alejado de la imagen que aparece en portada.

Una vez más, Isabel Preysler, con polémica o sin polémica, ha conseguido ocupar un lugar destacado en la crónica rosa navideña.