Emoción y multitudes en el 400 aniversario del Santo Entierro

La ‘procesión de procesiones’, el gran acto de la Semana Santa en Zaragoza, no está defraudando y congrega a miles de cofrades y espectadores en las calles del centro.

Procesión del Santo Entierro de Zaragoza
Procesión del Santo Entierro de Zaragoza
Tony Galán/ APhoto Agency

El gran acto de la Semana Santa zaragozana no está defraudando. Ni mucho menos. El Santo Entierro, que celebra en este 2017 su 400 aniversario, ha comenzado puntual, solemne y cargado de emoción. La emoción que han transmitido los miles de cofrades que recorren juntos, como es tradición, las calles del centro de Zaragoza. Considerada la procesión más multitudinaria de España, con representantes de las 25 cofradías de la ciudad, la 'procesión de procesiones' ha arrancado, fiel a su tradición, en las puertas de San Cayetano.

Los nervios y la tensión se sentían en los instantes previos al inicio. Los fieles y los curiosos ya llevaban minutos (en algunos casos horas) esperando para presenciar uno de los momentos más deseados de la Semana Santa, el inicio del Santo Entierro. El sol y la agradable temperatura han ayudado a que todo sea redondo, en una tarde muy especial, marcada en el calendario como la gran efeméride de la Semana Santa aragonesa. 400 años desde de la primera procesión y solo dos ocasiones interrumpida: durante la ocupación francesa entre 1808 y 1814 y en la Segunda República, de 1932 a 1934.

Uno a uno, comienzan a desfilar los cofrades y las cofradías. En algunos casos acompañados de bombos, tambores o timbales. En otros, de carraclas, matracas y cornetas. En algunos, como no podía ser de otra forma, es el silencio el que acompaña a los pasos. Tras el estandarte de la Hermandad de la Sangre de Cristo, organizadora del acto, empiezan a sucederse las tallas con las que se narran todos los misterios del viacrucis. Este año, con la incorporación de la cofradía del Jesús de la Soledad ante las Negaciones de San Pedro, y San Lamberto, son 42 los pasos que procesionan. La estampa es solemne y la tarde, soleada y radiante, acompaña a disfrutar del momento. Los niños, los padres y los abuelos comparten procesión.

El itinerario, circular (con inicio y regreso a San Cayetano), recorre casi 4 kilómetros, con el público acompañando a los pasos y a los cofrades en cada calle o plaza. Se estima (es difícil de calcular) que 150.000 personas arropan a los cofrades, siempre con máximo respeto a una tradición centenaria.

Zaragozanos, aragoneses y, por supuesto, numerosos turistas nacionales e internacionales se han acercado a vivir de cerca uno de los eventos más multitudinarios del año. “Hay más gente que en Nueva York”, le decía Eduardo a su mujer. “¡Y es mucho más bonito!”, le respondía ella. Esta pareja de colombianos, que lleva desde el jueves en Zaragoza recién llegados desde la Gran Manzana, es solo uno de los muchos ejemplos de la multiculturalidad que se puede apreciar en las calles.

El sol ha ido cayendo, pero el tiempo sigue siendo inmejorable y, aunque las horas pasan, pocos se mueven y, como hipnotizados por el sonido interminable de la rítmica percusión, los espectadores del Santo Entierro han visto desfilar cruces, estandartes, cofradías, hermandades y pasos.

La procesión avanza firme y según los tiempos marcados. Como es tradición, el Santo Cristo de la Cama será el último de los pasos en regresar a San Cayetano, ya bien entrada la noche.

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