Alrededor de la festividad de San Valero y del roscón crecen propuestas festivas, solidarias y comerciales. El pequeño comercio, por ejemplo, recurriendo a él como herramienta de márquetin.

La pastelería Dolce Vita, junto a 15 establecimientos de moda, complementos, decoración, restauración y ocio del centro, ha apostado por incluir en los suyos decenas de regalos. Lorena del Río y Fernando Rojas reunieron el martes a todos los protagonistas en su pastelería de la calle San Miguel. Allí estuvieron los responsables de Boutique María Jesús, Calzados Carrilé, Casino de Zaragoza, Collares Valentina, Eva Pellejero, Joyería Agüeras, La Bocca, Liang Xing, Luminaria Regalos, Orga Sastrería, Valvoa, Villeroy & Boch, Viñuales Centro Óptico y Zapatería Queen. A partir del 30 de enero, los premiados ya se pueden pasar a recoger los regalos.

Pero para iniciativa novedosa, la presentación del primer roscón de ternasco de Aragón. Cristian Yáñez, de La Ternasca, ha sido su promotor. De la masa se ha ocupado la panadería El Gallego y, sobre todo, Sara Rial, representando a la familia que lleva este obrador. Les costó pero al final consiguieron elaborar un bollo con una textura parecida a la del pan de cristal.

La bechamel de ternasco la trabajó Cristian a conciencia. Utilizó harina en lugar de azúcar glacé y recurrió a patatas violeta, agria, roja y monalisa para sustituir a los frutos escarchados. El resultado, un roscón salado de ternasco del que ayer se degustaron más de 200 raciones.

Además de novedosa, la iniciativa también ha sido solidaria. Cada porción, con una copa de Enate, se vendió a un precio mínimo de dos euros. Todo el dinero recaudado irá destinado a la asociación Mocai, una organización de motoristas contra el abuso infantil. Solidarios también fueron los roscones que esta semana vendió Amigos de Odisha en el obrador Hermanos Peña para colaborar con la campaña ‘Mujer en Odisha, una mirada hacia el futuro’.

El carácter festivo y reivindicativo lo han puesto, entre otros, los socios de Slow Food Zaragoza. Esta asociación rindió un homenaje a la repostería tradicional en el restaurante El Rincón. Fue el jueves de la mano de los roscones de Tolosana, Ascaso, Melba, Manuel Segura, Fantoba y Los Mallorquines. "En un momento en que se impone la pastelería industrializada y sin personalidad –destacó su presidente, Jorge Hernández– nos gusta poner en valor el esfuerzo y la innovación de este tipo de obradores"· La cocinera Nati Lacal fue una de las que se sumó al homenaje destacando que el punto de calidad de este dulce lo aportan el agua de azahar y las frutas confitadas.

Y si hablamos de roscones, los de la cadena Martín Martín se han afianzado mucho en los gustos de los zaragozanos. Vende miles de ellos y este año, como comenta su gerente, José Antonio Gracia, "por primera vez para celiacos". "Vendemos más que en Reyes", asegura, aunque de menor tamaño. "En 2015 probamos el formato individual y este año ha sido un éxito", prosigue. Y con regalo incluido, además de la sorpresa: una entrada para el acuario de Zaragoza.