El investigador zaragozano Pablo Artal, el empresario afincado en Aragón Óscar Landeta recibieron este viernes de manos del rey Felipe VI el premio Jaime I de 2015 en la categoría de Nuevas Tecnologías y de Emprendedor, respectivamente.

Durante el acto celebrado en Valencia, los premiados reivindicaron "un gran pacto por la ciencia" que permita poner en marcha la Agencia Estatal de Investigación que, a su vez, se encargue de distribuir los recursos, atendiendo a los méritos, la calidad, la creatividad y la productividad.

Así lo manifestó el galardonado con el premio en Medicina Clínica, Josep Brugada, en las palabras que ha dirigido en nombre de los premiados durante la ceremonia de entrega de los galardones, que ha estado presidida por el rey Felipe VI. El monarca, 

que pronunció una parte de su discurso en valenciano, consideró que las instituciones, las administraciones y la sociedad en general deben "involucrarse en la misión del científico", porque, "en última instancia, esto significa comprometerse con el progreso de todos". Los galardones, dijo Felipe VI, son "buena prueba" de la, a su juicio, necesaria internacionalización de la ciencia "y de los réditos que aporta a cualquier país tener investigadores con experiencia en otras naciones e instituciones".

Los galardones -cuyo jurado está integrado por una veintena de Premios Nobel y están dotados con 100.000 euros- en esta ocasión han recaído, además de en Pablo Artal y Óscar Landeta, en la Asociación Española contra el Cáncer, que recibirá la primera edición del premio Rey Jaime I de Compromiso Social; el doctor Luis Liz-Marzal, en Investigación Básica; Juan José Dolado, en Economía; Josep Brugada, en Medicina Clínica; y Josep Peñuelas en Protección al Medio Ambiente.

Durante su intervención, Óscar Landeta dio un paso más en la petición de un pacto por la ciencia y abogó por "un puente de colaboración" entre la empresa privada y la investigación pública, que genere "riqueza, trabajo y beneficios" y dé "independencia" a los investigadores.

Tras recoger el premio, Landeta abogó por incrementar la inversión pública y privada en investigación científica, y los premiados han reclamado un "gran pacto por ciencia".

"La ciencia no puede ir dependiendo de quién gobierna o quién ha ganado las elecciones", ha afirmado al ser preguntado por esa reivindicación, y ha apuntado que hay que dar "un paso más: un pacto por la colaboración entre la empresa privada y la ciencia e investigación".

Ello debe hacerse, según ha señalado, de forma que ese "puente de colaboración" genere "riqueza, trabajo y beneficios para las empresas y recursos para los investigadores" con el fin de que puedan seguir realizando su labor sin necesidad de la ayuda pública.

El fundador de Certest Biotec, empresa de biotecnología dedicada a hacer pruebas rápidas para diagnóstico de enfermedades infecciosas, ha avanzado que destinarán los 100.000 euros del premio a la nueva línea de biología molecular que están implantando y que, confía, sea "el negocio futuro" de la empresa.

Destacó que, en su caso, se han juntado investigación y emprendedurismo, ya que, además de hacer investigación, llevan a cabo la gestión del producto y su comercialización en más de 120 países del mundo.  

Landeta nació en Bilbao en 1972, pero lleva 15 años en Zaragoza, donde tiene la sede la empresa que fundó y de la que es gerente Certest Biotec.

Por su parte, el catedrático de la Universidad de Murcia Pablo Artal, que nació hace 53 años en la capital aragonesa y se licenció en Física por la Universidad de Zaragoza, consideró tras recoger el premio Jaime I de nuevas tecnologías una "idea estupenda" un pacto por la ciencia y la tecnología porque ambas necesitan "continuidad" en el tiempo, aunque se mostró "muy escéptico" con su desarrollo.

En declaraciones a los periodistas tras recoger el premio de manos del rey Felipe VI,  Artal señaló que lleva "30 años trabajando en investigación y llevo oyendo el pacto por la ciencia 30 años, con lo cual dentro de otros 30 años seguiremos esperando el pacto por la ciencia". 

Artal, que se dedica al desarrollo de instrumentos ópticos para medir el ojo y de distintas lentes para cataratas, considera que ese pacto tiene "todo el sentido, porque en la ciencia y la tecnología los tiempos son largos. Hace falta mucho tiempo de desarrollo y además necesita continuidad".

A su juicio, "todo lo que sean paradas o cambios de ritmo son un pequeño desastre que puede echar a perder lo que se ha hecho anteriormente".  No obstante, ha aseverado: "Sinceramente, soy muy escéptico; los políticos siempre dicen lo mismo, y al final las cosas más pequeñas son buena idea, pero bla, bla, bla...".  

El premio Jaime I de Economía, Juan José Dolado, también es aragonés, dado que nació en Zaragoza en 1955, si bien toda ha adquirido su formación académica y ha desarrollado su vida profesional  en Madrid, donde ahora ejerce de catedrático de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad Carlos III.