Los empleados de la fundición zaragozana Alumalsa decidieron aceptar el último preacuerdo alcanzado en la negociación del convenio colectivo con la dirección la pasada semana y desconvocar la huelga iniciada el pasado 1 de julio. La decisión se alcanzó en una votación a mano alzada durante la reunión celebrada en la sede del sindicato CC. OO.

El encuentro no fue convocado bajo ningunas siglas, después de los desacuerdos de las últimas semanas, pero acudieron representantes de todos los sindicatos. Además de Comisiones, estuvieron miembros del comité de empresa del sindicato independiente SITA y de UGT. También acudió CNT, que no cuenta con representación pero se quedó liderando la protesta en solitario estos últimos días. El visto bueno al último preacuerdo, que no se había llegado a votar, permitió poner fin a la huelga que ha paralizado durante 12 días la producción de la fundición. Los primeros trabajadores de los cerca de 500 de la planta entraron ayer en el turno de noche.

La decisión llegó in extremis y supone un balón de oxígeno para la fundición, perteneciente al grupo francés Montupet desde 1987, cuya dirección había advertido de los problemas que podía suponer prolongar más la protesta. El domingo pidió en un comunicado la "reanudación inmediata" de la actividad para garantizar el futuro de la planta, que cuenta con casi 70 años de historia. En la última semana, los fabricantes de automóviles a los que sirve piezas para motores habían empezado a avisar de que podían empezar a verse desabastecidos a partir de esta semana. Renault alertó de que tendría que parar sus plantas españolas si no recibía piezas de la factoría de La Cartuja.

Firma en el SAMA

El acuerdo alcanzado fue trasladado a la dirección de la compañía –que mantenía la propuesta– y firmado en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA). "Consideramos que esto era ya lo último que podíamos conseguir", reconocieron fuentes del comité de huelga.

CC. OO. y UGT defendieron el documento alcanzado la semana pasada como "un buen acuerdo". UGT hizo hincapié en un comunicado en que el aceptado ayer es "el mismo que las facciones extremistas de la empresa no permitieron votar y muy similar al que alcanzó la mayoría del comité de empresa el pasado 7 de julio". Durante la semana se han vivido momentos de tensión con tres preacuerdos fallidos. UGT dijo que seguir con el paro como proponía CNT hubiera terminado en una "huelga irracional".

"Al final han sido los propios trabajadores los que han entendido que era un error no valorar el último movimiento que hubo por parte de la empresa y que el riesgo que se corría era mucho mayor que lo que quedaba por conseguir", añadió CC. OO.

Desde el sindicato CNT se mantuvieron en que la huelga "ha servido para frenar las intenciones de la empresa" y "conseguir un poco más". Dieron por bueno el acuerdo tras la votación de la plantilla y recordaron que las negociaciones del convenio colectivo comenzaron pidiendo una congelación salarial –que ya se aplicaba desde hacía tres años– y el aumento de la jornada y se ha conseguido lo contrario.

En el documento que se rubricó este domingo en el SAMA figuran mejoras como una subida salarial lineal de 400 euros al año para este año, 450 para el que viene y 500 para 2017. Esta supone un incremento medio del 1,8%, por encima del previsto en el convenio del sector.

Además, se suprime un tramo de escala salarial, pasando de cuatro a tres; se reduce la jornada laboral y se limita la posibilidad de distribución irregular por la empresa, entre otros puntos.