Agosto anima las playas de Sotogrande

Hace unos días me preguntaba una amiga si también hay competencia entre ciudades como Málaga y Marbella y urbanizaciones de lujo como la gaditana Sotogrande. Le dije que estaba segura de que sí, más en esta época del año, donde los turistas se contabilizan como si fueran lingotes de oro, de tan preciados que son.

Le expliqué, por ejemplo, lo difícil que es competir con una feria como la de Málaga, que se ha convertido –pese a celebrarse en pleno mes de agosto– en la más importante del verano, no solo para los que buscan fiesta y diversión, sino también para los aficionados a los toros. 

Por cierto, que me acaban de invitar a la corrida que se celebrara el próximo sábado en La Malagueta con José Tomás de protagonista y, sintiéndolo mucho, he rechazado la oferta. Yo, sufrir, lo justo. Ya tuve mi ración de estrés cuando le vi en Las Ventas hace varias temporadas. Es el torero más valiente que he conocido pero mi ‘cuore’ no podría soportar verle de nuevo jugándose la vida como ningún otro torero se la juega. 

Pero volviendo a la rivalidad entre Marbella y Sotogrande y, siendo cierto que sus públicos son diferentes, también lo es que ambos buscan la exclusividad  y que son aficionados a la buena mesa, a la diversión, al golf, y al polo. Lugar de encuentro

Santo y seña de Sotogrande, y lugar de encuentro de personajes como Cayetano Martínez de Irujo, magnifico jinete y ojito derecho de su madre, la duquesa de Alba, Rosario Domecq, la mujer de El Juli, que acudió con su padre a la final de la copa de Plata Sílex Ignacio González, presidente de la Comunidad de Madrid o el mismísimo Jaime de Marichalar, que como tantos hombres separados o divorciados organiza sus vacaciones estivales en función de las de la madre de sus criaturas, la infanta Elena.

Me consta lo importante que es para Jaime pasar quince días seguidos con Felipe Juan Froilán y Victoria.