La noche de Antonio Banderas

La gala Starlite volvió a reunir en marbella a numerosos famosos, que acudieron a la cita benéfica que impulsa el actor malagueño, que ejerció de anfitrión-

La noche de Antonio Banderas
La noche de Antonio Banderas
Efe

Si de una boda sale otra, una gala benéfica bien podría ser el inicio de una bonita amistad. Al menos eso es lo que intuí que podría pasarles a Carlos Slim (uno de los hombres más ricos del mundo según la revista ‘Forbes’) y a Carmen Cervera, quienes por deseo expreso de Antonio Banderas compartieron mesa, mantel, menú, y una distendida charla. Unidos como están por el amor al arte y las inversiones privadas en asuntos de tanta relevancia como puede ser la ayuda a los niños más necesitados. Niños con cáncer, con enfermedades raras, con problemas familiares que necesitan de la solidaridad pública pero también de la gente de buen corazón, capaz de rascarse el bolsillo y pagar 800 euros por una cena que prepararon con mimo los restauradores Dani García y Andoni Luis Adúriz.


Una cena de la que eran anfitriones Sandra García-San Juan y Antonio Banderas (que celebró su 54 cumpleaños), quien me dio la sensación de que se ha quitado un gran peso de encima, aunque como bien dice el refrán, cuando el español canta o está dolido o poco le falta.


Dolido supongo que estará, pero consciente como es de que era su noche, su gran noche, hizo lo imposible para que los invitados a la gala se sintieran como si estuvieran en su propia casa. Viendo desfilar actrices de la talla de una Mia Farrow, que aún conserva ese aire entre despistado y ‘hippy’ que tan famosa le hizo. Toreros tan queridos como Manuel Díaz, El Cordobés, o Enrique Ponce a quien Antonio Carmona animó a subir al escenario a cantar ‘Sabor a ti’. Un bolero que dedicó a Paloma Cuevas, su mujer, y una de las más elegantes de la noche, junto con la joven actriz Hiba Abouk, Valeria Mazza, Patricia Rato, Ana García Obregón, Virginia Troconi y la Baronesa Thyssen que parece que se hubiera quitado un par de años de encima desde que hizo las paces con su hijo Borja.


Me comentaba una amiga que si a Antonio le faltara un día trabajo como actor, bien podría dedicarse a presentar espectáculos, por la facilidad que tiene para cautivar a toda clase de público, desde las más jóvenes a las más maduras. Y eso que en la gala había hombres que no estaban nada mal: Pedro J. Ramírez, Paco Arango, Victor Piccione, Sergio Scariolo, Miguel San Eduardo, que lucía un bonito broche de brillantes en el ojal, y otros como Paco Fortes, amigo de infancia de Banderas y su alma gemela. Tan amigos y cómplices son que es la persona que igual se presta a pujar en la subasta que siguió a la cena por un coche que por un viaje a Nueva York. Todo con tal de que su amigo Antonio cumpla su deseo de ayudar a sus niños malagueños, que son por los que cada año organiza una gala, a la que este año pusieron música Los del Río, en la cantera de Nagüeles, dentro de Starlite que cada vez va alcanzando más prestigio.