Más rápido, más seguro, con más opciones y, sobre todo, gratis ‘para siempre’. En principio, el sentido común aconsejaría dejar cualquier otra opción y abrazar este nuevo modo de comunicarse sin dudarlo, sin embargo, Telegram tiene un gran ‘pero’ que se podría resumir en una sencilla frase: ‘No es WhatsApp’.

Gratis, para siempre

Este nuevo servicio de mensajería es gratuito, gracias ­­–al menos en parte– a que sus creadores son Pavel y Nikolai Durov, dos hermanos rusos responsables de una de las redes sociales más grandes del mundo (VKontakte), lo que les ha convertido, por supuesto, en multimillonarios.

Prometen además que será gratis para siempre, por lo que no existe, en principio, riesgo de que, cuando muchos usuarios hayan decidido dar el paso y cambiar su habitual modo de comunicarse por Telegram, Pavel y Nikolai les hagan pasar por caja, como sí pasó con WhatsApp.

Seguro y rápido

Los hermanos Durov aseguran que su invento es la aplicación de mensajería más rápida jamás vista, algo que consiguen gracias a tener servidores distribuidos por todo el mundo y usarlos en función de la localización del usuario.

Este gran número de servidores les permite hacer énfasis en otra de sus cualidades: la seguridad. Las conversaciones privadas de Telegram son cifradas, y en la compañía están tan seguros de su efectividad que han ofrecido 200.000 dólares a quién sea capaz de descubrir alguna vulnerabilidad.

En una época en que la paranoia de sentirse vigilado crece cada día –no sin motivos a la vista de las noticias sobre espionaje masivo que se publican cada día–, Telegram ataca una de las grandes debilidades confesas de WhatsApp: la privacidad.Multiplataforma y en la nube

Telegram tiene una filosofía de código abierto, lo que permite a cualquier desarrollador del mundo crear su propia aplicación para cualquier tipo de dispositivo.

La ‘app’ de Telegram está disponible de forma oficial para Android e iOS, por lo que se puede usar en prácticamente cualquier tableta o móvil, pero además, de forma ‘extraoficial’ también se puede utilizar en cualquier ordenador –PC o Mac– a través de programas para escritorio o, incluso, directamente mediante el navegador, sin necesidad de instalar nada.

Basta con introducir un código que se recibe en un ‘sms’ en el número de teléfono con el que se usa Telegram para comenzar a chatear en cualquier dispositivo.

Las conversaciones de Telegram se almacenan en ‘la nube’, por lo que el usuario puede iniciar un chat en el trabajo desde su ordenador, continuarlo por el móvil de camino a casa y acabarlo desde el sofá utilizando su ‘tablet’.Chats secretos y grupos

Telegram es una copia casi exacta de WhatsApp, por lo que la curva de aprendizaje para un usuario de esta aplicación es muy baja.

Además de las conversaciones individuales, se pueden crear ‘chats secretos’ que no dejan registro en los servidores y en los que se puede programar que los mensajes se autodestruyan pasado un tiempo determinado.

En los grupos todos los participantes podrán añadir miembros en cualquier momento y además se muestra en directo cuántos de sus integrantes están en línea –o lo que es lo mismo, quién está usando Telegram en ese momento–, así como la información de la última vez que se conectó.

Archivos de gran tamaño

Grabar un vídeo que luego no se pueda enviar porque es demasiado largo o porque tiene mucha calidad es un problema habitual en servicios de mensajería instantánea como WhatsApp.

Con Telegram se puede enviar hasta 1 GB sin problemas, y no solo vídeos, sino todo tipo de archivos, ya sean canciones, imágenes o incluso libros electrónicos. Todo vale. Además, en la versión de escritorio bastará con arrastrar y soltar los archivos sobre la conversación para compartirlos.

Una de las cosas que algunos echarán en falta en Telegram es la posibilidad de enviar grabaciones de audio, todo lo demás (fotos, vídeos, archivos y ubicación) está disponible en un sencillo menú desplegable.

Hola, ¿hay alguien ahí?

Si alguien ya se ha entusiasmado, no ha podido esperar, ha dejado de leer este artículo y se ha lanzado a por el móvil para descargarse Telegram de su tienda de aplicaciones, seguramente se haya sentido defraudado al encontrar a muy poca gente en su libreta de contactos.

Aunque desde la compañía aseguran que el número de usuarios está creciendo a un ritmo vertiginoso, nada más y nada menos que 200.000 registros al día solo en España, WhatsApp es y seguirá siendo, al menos a corto plazo, el rey del mambo en cuanto a usuarios.

A pesar de que muchos pusieron el grito en el cielo al tener que pagar, a que ha sufrido más de un corte que nos ha podido dejar incomunicados durante horas y que su nivel de seguridad es dudoso, lo cierto es que WhatsApp tiene el poder.

Fue de los primeros en llegar y el que antes se popularizó. Tal es su éxito que se ha instaurado en nuestro lenguaje habitual y ya no mandamos mensajes, sino que ‘guasapeamos’, del mismo modo que ‘pedimos una ‘cocacola’ o nos ‘tomamos un colacao’.

Pese a ser objetivamente mejor en muchos aspectos, Telegram lo tiene muy difícil, y solo el tiempo y los usuarios dirán si logra destronar al rey de la mensajería.