Los Reyes cambian el sistema de reparto de caramelos por seguridad en Barcelona

A raíz de la muerte de un niño en Málaga el año pasado.

La Cabalgata de Reyes de Barcelona, que transcurrirá el domingo de 16.30 a 21.15 desde el Moll de la Fusta hasta la avenida Rius i Taulet, cambiará el sistema de reparto de caramelos por seguridad, al pasar de lanzarlos manualmente desde las carrozas de los Reyes a hacerlo desde la última parte del desfile y con máquinas automáticas, que tirarán los dulces más lejos.


Se distribuirán 1.600.000 caramelos desde carrozas del bloque final convertidas en fábricas de golosinas: se pretende minimizar riesgos para que los ciudadanos puedan vivir el espectáculo con tranquilidad, ya que situar los caramelos al final evitará que los niños crucen el desfile, y se ha pensado así después de la muerte de un niño de seis años arrollado por una carroza en la Cabalgata de Málaga en 2013.


Además, Protección Civil ha recomendado a la ciudadanía medidas de "autoprotección", como seguir las instrucciones del personal de seguridad; no cruzar el paso del desfile ni subir a mobiliario urbano; quedarse tras las vallas; no acercarse a las carrozas ni intentar subir, y no coger los caramelos que queden en el suelo mientras pasan las carrozas, entre otros.


Entre las novedades que darán a la Cabalgata un tono diferente destaca una nueva comparsa de chupetes para los niños que los quieran dejar a los Reyes, y se incorporarán elementos, como el estreno de una carroza inspirada en los juguetes románticos de cuerda; otra que homenajeará a los juguetes tecnológicos que piden los niños, pese a la "polémica que generan", y una tercera dedicada a los juguetes de tienda habituales.


El Rey Baltasar estará acompañado por las dos jirafas y los dos elefantes tradicionales; Gaspar tendrá un nuevo pavo real, y Melchor, caballos blancos, ha detallado Almirall, que ha elogiado el gran trabajo coreográfico y artístico de todos los participantes.


Por primera vez, la Cabalgata barcelonesa estará perfumada con una mezcla de olor a incienso, animales y golosinas, una "fórmula mágica" que ha elaborado el perfumero Rossend Mateu y que pretende transportar a los espectadores al mundo de la magia y la fantasía.