Repostería

Torrijas con trampantojo y rellenas, monas y huevos endulzan la Semana Santa

Entre las propuestas más rompedoras se encuentran las torrijas de Nunos Pastelería de Madrid, donde José Fernández propone todo "un juego visual y gastronómico".

Torrijas de una pastelería madrileña.
Torrijas con trampantojo y rellenas, monas y huevos endulzan la Semana Santa

Torrijas que parecen tapas saladas, rellenas de crema de limón o de Jijona, las tradicionales de leche o de vino elaboradas en conventos, pastelerías o en casa, pestiños, monas y huevos de Pascua forman parte de la oferta repostera para endulzar estas fechas.


Entre las propuestas más rompedoras se encuentran las torrijas de Nunos Pastelería de Madrid, donde José Fernández propone "un juego visual y gastronómico", las tostas de torrija, en las que juega con sabores, colores y texturas para "tapear en los postres", explica este maestro pastelero, que ha ganado, entre otros, el Premio a la Originalidad y Labor Gastronómica 2009.


Con apariencia de tapas o pinchos salados como la ensaladilla rusa, la tortilla de patatas o foie con reducción de PX, Fernández solo usa ingredientes dulces: "Si la torrija es una rebanada de pan bañada en leche y frita en aceite y la tosta es también una rebanada de pan frita o tostada, se puede hacer una versión dulce de la tosta".


La tosta de huevo frito es en realidad una torrija con un fondant de chocolate blanco que simula la clara de un huevo frito y una crema de limón y leche de torrijas como yema; recrea la de morcilla con pimientos confitados con ganache de chocolate de Madagascar con arroz crujiente, naranja y perlas de chocolate sobre una mermelada de pimientos del piquillo confitados.


Para la de jamón y pan tumaca utiliza mantequilla dulce y confitura de tomate y el típico pincho de tortilla es en realidad una torrija untada con una mahonesa de almendras y avellanas sobre la que descansa una "tortilla" elaborada con trozos de leche frita y torrija.


Cambia los tradicionales ingredientes de la ensaladilla rusa por una torrija untada con mahonesa de nata a la que se añaden frutas deshidratadas, perlas de chocolate y gelatinas, y mantiene el trampantojo en la tosta de foie con reducción de PX, la de dulce de leche, la de espaguetis, la de roast beef y el sándwich mixto, que completan estas colección 2013 y que se vende a 36 euros el kilo.


En una línea más tradicional también elabora torrijas de azúcar y canela, a la plancha con crema inglesa, con crema tostada y de miel, además de otros dulces típicos de Semana Santa como los buñuelos o los bartolillos.


La 'procesión' de torrijas de Vait Pastelerías tiene en el relleno su originalidad: crema de limón, té negro con piña natural y macerada en ron, arroz con leche, compota de manzana y chocolate, y de crema de Jijona. También elaboran las tradicionales de leche, con azúcar espolvoreada o con un baño de almíbar.


Para recibirlas a domicilio, en la web www.monasteriosyconventos.com se pueden comprar por siete euros la media docena las torrijas de vino elaboradas por las monjas del convento sevillano de Santa María del Socorro y las de leche del obrador del Real Monasterio de San Clemente. También ofrecen cestas de Semana Santa con repostería variada, incluyendo la mona de Pascua.


La receta tradicional


Los que opten por la versión casera pueden seguir la receta tradicional, cortando en rebanadas gruesas pan de torrija que se empapan en leche atemperada tras hervirla con trozos de cáscara de naranja y limón y una rama de canela; se bañan en huevo batido, se fríen a 200 grados y se rebozan en una mezcla de azúcar y canela en polvo o se bañan en almíbar de azúcar o miel.


Una tradición europea y de algunos países de América como los huevos de Pascua está ganando adeptos en España. El artesano chocolatero belga Paul-Hector Bossier ofrece en su tienda taller Chocolala, en Madrid, sus creaciones decoradas y con sorpresa en el interior. "Se venden cada vez más", afirma.


"Elaboro mi propio chocolate con semilla de cacao criollo de Costa de Marfil, introduzco dentro del huevo otros más pequeños con praliné de avellanas y los decoro de forma atractiva", explica.


La tradición, relata, es que el domingo de Pascua "lleguen las campanas volando desde Roma y dejando caer los huevos de chocolate". Son los padres los que los cuelgan de los árboles y los esconden por el jardín o en rincones de la casa para que los niños los encuentren.


Bossier los ofrece en dos tamaños: el grande de 15 centímetros de diámetro con tres huevitos en el interior (7 euros) y el de 7 centímetros con un huevo pequeño dentro (4 euros).


Las monas de Pascua, bien en la versión bollo -con o sin huevo cocido- propia de Valencia, Cataluña, Castilla-La Mancha y Murcia, bien en la de chocolate negro que roza el preciosismo escultórico, o los pestiños andaluces -masa de harina frita y rebozada en azúcar o miel- también forman parte de las propuestas golosas de Semana Santa.