Cuando la ciencia se convierte en un 'discurshow'
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Su propuesta rompe con la clásica conferencia apoyada en las ‘letras’ que se proyectan. Para ponerla en práctica, y en escena, eligieron hacer un recorrido por las anécdotas y curiosidades que rodearon el viaje que el joven Charles Darwin inició en 1831 a bordo del ‘Beagle’. La imagen idílica del naturalista extasiado por la naturaleza que contempla, paseando por la jungla y recolectando plantas y mariposas, choca con la realidad de un científico inexperto que recorre, casi siempre a caballo, las selvas brasileñas, las pampas argentinas y la Tierra de Fuego. Armadillos, tucanes, monos, ratas, cóndores... estuvieron en su punto de mira; incluso comió muchos de ellos. Aventuras y anécdotas, pantomimas y trucos de magia se entremezclan con contenidos de cartografía, tectónica de placas, biodiversidad y, por supuesto, selección natural, “que no significa progreso, sino cambio, en cualquier dirección”.