Sociedad

Seis generaciones

inducción
BSH ELECTRODOMÉSTICOS ESPAÑA

La primera generación de cocinas de inducción (1989) constaba de la encimera, una caja con la electrónica que se ocultaba en el mueble y una unidad de control. Tenía dos fuegos de inducción y dos de resistencia (eléctricos), ya que por entonces no todos los pucheros y sartenes eran apropiados para la inducción. Los mandos de los fuegos estaban separados de la encimera y ya eran táctiles. En la segunda generación (1995), los fuegos de inducción eran más grandes y potentes. Había alguna variación en los mandos pero, sobre todo, se habían optimizado costes y empezado a producirse en cantidades más elevadas. La tercera generación (1999) constituyó un hito. La encimera incorporaba, en un solo bloque, los fuegos, la electrónica de potencia y los mandos táctiles en la propia superficie de la encimera. Era sencillísima de instalar, ya que solo se necesitaba conectarla a la red eléctrica. Con esta nueva estructura monobloque, empezaron a salir al mercado versiones de dos fuegos de inducción y dos de resistencia, y también de cuatro fuegos de inducción, pues se habían generalizado las ollas y sartenes compatibles con la inducción. Había un desafío pendiente: calentar grandes recipientes, como paelleras, tan usadas en nuestro país. La cuarta generación (2004) resolvió el problema ofreciendo un fuego de grandes dimensiones y potencia. Esto obligó a diseñar encimeras de fuegos de tres tamaños: muy grande, normal y pequeño. Sigue habiendo encimeras de cuatro fuegos de inducción, dos grandes y dos medianos, que en gran parte se exportan. La quinta generación (2008) ofrece una electrónica de bajo consumo, la posibilidad de controlar la temperatura del aceite y una zona extra gigante de 32 centímetros. El proceso de diseño continúa y pronto aparecerá una sexta generación que traerá nuevas prestaciones.