Una de cada dos mujeres en España ya se ha pasado a la copa menstrual
Va en aumento el uso de productos menstruales reutilizables, especialmente entre los rangos de edad más jóvenes y con estudios universitarios.
Una de cada dos mujeres en España ya se ha pasado a la copa menstrual (la usan un 48,4 % en algún momento del ciclo) y va en aumento el uso de productos menstruales reutilizables, especialmente entre los rangos de edad más jóvenes y con estudios universitarios.
Es una de las conclusiones del estudio de equidad menstrual del Instituto de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol i Gurina (IDIAPJGol), sobre Equidad y Salud Menstrual en España, financiado por la European Society of Contraception and Reproductive Health.
Sobre el método higiénico utilizado, un 69,7 % de las encuestadas habían utilizado productos menstruales tradicionales de un solo uso, mientras que un 54,9 % utilizaban productos menstruales reutilizables.
Entre los productos menstruales más habituales se encontraban las compresas de un solo uso (60,6 %), los salvaslips (49,7 %), la copa menstrual (48,4 %) y los tampones (42,6 %).
Por edades, se observó una diferencia en el tipo de producto menstrual y las mujeres (o personas con la menstruación con otra identificación) entre 26-35 años reportaron el uso mayoritario de productos reutilizables (64,1 %), mientras que aquellas entre 45-55 años utilizaban preferentemente productos no reutilizables (82,9 %).
Así, las compresas de un solo uso (75,5 %), los salvaslips (60,1 %) y los tampones (53,6 %), se utilizaban más frecuentemente en mujeres de edades entre 46 y 55 años.
Al mismo tiempo, el uso de la copa menstrual (56,8 %), las compresas reutilizables (19,1 %), las bragas menstruales (11,3 %) y el sangrado libre (4,9 %) fue elegido mayoritariamente en participantes entre 26 y 35 años.
También era más popular el uso de la copa menstrual entre las nacidas en España (55,2%) que entre otros orígenes.
Por otra parte, se identificó una mayor probabilidad de usar productos reutilizables entre aquellas personas con educación universitaria (58,5 %).
Otras conclusiones del informe capitaneado por la investigadora Laura Medina Perucha hacen referencia a la pobreza menstrual, las carencias en educación menstrual y la falta de atención adecuada por los sanitarios.
Así, se apunta que las inequidades menstruales afectan especialmente a aquellas mujeres con más dificultades socioeconómicas, a colectivos vulnerabilizados de migrantes, y a personas no binarias y trans que menstrúan.
Igualmente, la educación menstrual acostumbra a ser "insuficiente", llega tarde, se da de forma informal y se centra únicamente en aspectos biológicos, dice el informe.
El estudio tuvo dos partes: una primera en línea entre marzo y julio de 2021 con respuestas de 22.823 mujeres de entre 18 y 55 años en todo el territorio español y otra segunda, más reducida, de entrevistas presenciales individuales entre 2020 y 2022.
