El pie diabético: qué es, causas, síntomas, cómo prevenirlo y cuidados necesarios

Este problema de la población con diabetes debe tratarse con sumo cuidado; de no hacerlo las consecuencias pueden ser fatales.

Pie diabético.
Pie diabético.
K. U.

Buena parte de la población convive en primera persona o en su entorno cercano con la diabetes. Esta afección se define por los elevados niveles de azúcar en sangre. ¿Por qué ocurre? Porque el páncreas no ejecuta bien una de sus dos funciones principales: segregar una hormona llamada insulina desde los islotes de Langerhans. La insulina es una especie de cochero de la diligencia, un chófer que lleva a la glucosa a las células y las nutre; si no hay insulina, la glucosa (que viene de los alimentos consumidos) se queda en la sangre, afecta al sistema circulatorio y, poco a poco, a múltiples funciones y órganos corporales. Una de las consecuencias más visibles de la diabetes es el problema que causan a las extremidades, y especialmente al pie.

Qué es el pie diabético

No aparece inmediatamente al debut de una persona con diabetes, ya sea de tipo I o juvenil o de tipo II. Uno de los problemas que causa el exceso de azúcar en sangre es su impacto en el sistema nervioso, además de afectar a los vasos sanguíneos. Una neuropatía suele derivar en pies entumecidos (como de corcho, los describen las personas afectadas), menor sensibilidad a la temperatura y en el tacto, hormigueo y dolor.

El dolor, un aliado del diabético para evitar úlceras e infecciones

El dolor, en este caso, es un aliado del diabético con sus pies afectados, ya que el gran problema de hacerse un corte y no enterarse por no haberlo notado es que la herida se puede infectar, y de ahí formarse ulceraciones o lesiones por la mala cicatrización o el llamado cierre en falso (la herida está curada por fuera, pero no por dentro) que en los casos más graves terminaría en gangrena de los músculos y la epidermis y, por consiguiente, en amputación de algún dedo o de todo el pie.

En España, existen cerca de 14 millones de pacientes con diabetes, de los cuales un 20% aproximadamente sufrirán riesgo de amputación. En concreto, cada 20 segundos en algún lugar del mundo un paciente sufre una amputación de la pierna como consecuencia de la diabetes, según el Ilustre Colegio Oficial de Podólogos de la Comunidad Valenciana (ICOPCV).

Medidas específicas para prevenir el pie diabético y evitar la amputación

La prevención comienza, lógicamente, por un buen control del azúcar en sangre. Esto ralentiza o reduce a la mínima expresión el daño progresivo de los nervios y los vasos sanguíneos. En lo relativo directamente a los pies, los cuidados específicos indicados por El Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales son los siguientes:

  • Revisarse los pies todos los días. Cualquier leve problema requiere de atención inmediata. Se debe tener mucho cuidado con llagas, verrugas, cortes, pieles muertas y la planta del pie.
  • Lavarse los pies a diario con agua tibia y jabón. Hay que secarlos bien después, y aplicarse talco para que no queden humedades entre los dedos.
  • Cuidado al eliminar callos y durezas. El método debe ser siempre el indicado por el especialista. Es mejor evitar limas o parches.
  • Cortar las uñas de los pies en línea recta con un cortauñas. Las encarnaciones son otro gran enemigo de las personas con pie diabético.
  • No ir descalzo, y llevar calzado cómodo, que transpire bien y no apriete. Hay que evitar igualmente los calcetines con goma muy tensa.
  • Proteger sus pies del calor y el frío: Use protector solar en la piel expuesta y no camine descalzo en la playa. En clima frío, use calcetines gruesos y evite el calor de chimenea o calefactor directo.

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