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Día Mundial para la Prevención del Suicidio | ¿El objetivo? Comprender qué les duele a los jóvenes

En España, las llamadas de jóvenes y adolescentes por ideas o intentos suicidas se han multiplicado por 18; las que son por autolesiones presentan una tasa de crecimiento del 5.500%.

Una orientadora del Teléfono de la Esperanza
Una orientadora del Teléfono de la Esperanza
´´Angel Pascual

Ciento quince personas se quitaron la vida en Aragón durante 2021, ocho más que el año anterior. Así lo atestiguan los últimos datos publicados por el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) correspondientes al año 2021. Por provincias, fueron 77 en Zaragoza, 23 en Huesca y 15 en Teruel. Una tendencia al alza en todo el país, al tiempo que lo hacen las demandas de ayuda. Así lo explican desde el Teléfono de la Esperanza, donde reconocen que esto implica que el suicidio cada vez más, abandona esa parte de tabú y ocupa un importante espacio en el imaginario colectivo.

Hoy, 10 de septiembre, se celebra el Día Internacional de la Prevención del Suicidio. Una jornada en la que se trata de arrojar alto de luz sobre una realidad todavía demasiado oculta que necesita ser contada, analizada y sobre todo compartida.

Las cifras hablan por sí solas, en Aragón se registra una muerte por suicidio cada tres días, así como siete intentos diarios. En España son 11suicidios al día. “Once familias rotas por la pérdida y la impotencia de no haber podido ayudar a quien querían”, afirman desde el Teléfono de la Esperanza, donde ponen el acento en la población joven. En 2020 el suicidio pasó a ser la primera causa de muerte por causas externas entre los jóvenes: en España murieron así 300 chicos y chicas de entre 15 y 29 años.

De las más de 8.200 llamadas que recibieron en 2021 en Aragón, 300 guardaban relación con ideación suicida o conductas autolíticas. Un 10% de ellas eran de jóvenes. “Hace un par de años apenas rozaban el 3%”, asegura Alberto Hernández, presidente del Teléfono de la Esperanza de Aragón. Una de cada dos tiene que ver con problemas psicológicos y psiquiátricos, seguidas de aquellas que abordan temas familiares o relacionales. “En la mayoría de los casos nos enfrentamos a escenarios de soledad e incomunicación (18%), trastornos de ansiedad, obsesiones o histeria (11%), o depresiones (10%)”, señala.

Otro dato importante: cada vez son más los jóvenes que, concienciados por esta realidad, llaman a esta y otras líneas en busca de ayuda para cuidar de un amigo. De hecho, del total de llamadas entendidas en 2021 en Aragón, 1.900 fueron preventivas: “Esto, hace dos años, no se producía”. En este tipo de llamadas, para las que el tiempo no existe, tratar a quien llama como a un igual es fundamental.

Alberto Herández, presidente del Teléfono de la Esperanza en Aragón.
Alberto Herández, presidente del Teléfono de la Esperanza en Aragón.
Francisco Jiménez

Tratamos de ponernos en su piel, adaptarnos a su manera de entender el mundo y de comunicarse. Lo que necesitan es sentirse identificados y, sobre todo, escuchados”, advierte. Para ello, un equipo de 80 personas voluntarias, entre psicólogos, trabajadores sociales, abogados y todo tipo de expertos, trabajan incansablemente en la elaboración de protocolos de actuación para hacer frente a estas situaciones.

Las autolesiones, un fenómeno creciente

Aunque a nivel nacional, la Fundación ANAR también dispone de una línea telefónica -y un servicio de chat- para atender estos dolores del alma que, como afirma Diana Diaz, directora de las Líneas de Ayuda, no hacen más que crecer: “De las 251.118 llamadas en España en 2021, 9.336 procedían de Aragón”.

Esos datos confirman una tendencia alcista en el suicidio de jóvenes y adolescentes, con un incremento generalizado de más de un 1.750% con respecto a los datos registrados hace una década. “A nivel nacional, las llamadas por ideación suicida e intentos se han multiplicado por 18, mientras que las autolesiones presentan una tasa de crecimiento de del 5.500%, es decir, se han multiplicado por 56. El incremento está siendo muy preocupante”, admite.

¿El objetivo? Tratar de comprender qué les está doliendo a nuestros jóvenes. En una sociedad marcada por las relaciones virtuales y fugaces, que tiende al individualismo, la soledad y el aislamiento, en un momento en el que reinan la incomunicación y las relaciones interpersonales a través de pantallas; los jóvenes “no son capaces de encontrar su sitio”.

Así opina Jesús Padilla, psicólogo especializado en conducta suicida y autolesiva del Colegio Profesional de Psicología de Aragón (COPPA) y miembro de LIANA (Asociación Aragonesa de Suicidio y Conducta Autolesiva), que pone el acento en la importancia del entorno familiar, escolar y social del menor: “Hablar siempre va a ayudar, sobre todo desde el respeto, la escucha activa y validando lo que están sintiendo”.

Lo que duele a los jóvenes

“Como sociedad, debemos estar vigilantes hacia señales de alerta, como un cambio repentino en el nivel de actividad o estado de ánimo, mayor irritabilidad, problemas a la hora de conciliar el sueño o largas horas frente a una pantalla”, destaca el experto. En cuanto a prevenir este tipo de situaciones, es importante generar entornos saludables, crear momentos de encuentro y, sobre todo, recuperar esos momentos en familia.

Hemos perdido el sentimiento de grupo, de manada. Es uno de los grandes males de esta época. Cada vez tenemos menos tiempo para cuidarnos y entendernos, y eso, sumado a la baja tolerancia a la frustración, genera un caldo de cultivo muy peligroso para nuestros jóvenes”, añade.

En Aragón también existen recursos presenciales como la Asociación Aragonesa pro salud mental (ASAPME ZARAGOZA) -ubicada en el barrio de las Delicias- o el Grupo de Ayuda Mutua (GAM) de Supervivientes del Suicidio Paso a Paso, el único de Aragón que ofrece un lugar de encuentro para quienes han pasado por una situación de estas características.

“Desde hace poco más de un año visitamos institutos y universidades para contar nuestra experiencia, queremos que lo que hemos vivido sirva para algo”, explica Antonio Muñoz, quien perdió a su hija Eva, hace dos años. “Cada vez que visitamos un centro escolar, se levantan jóvenes a preguntarnos. Como ellos a veces no saben dónde ir, es importante que vayamos a buscarlos”, sostiene.

(Todos los servicios sanitarios y de urgencias están siempre disponibles para ayudar a las personas de cualquier edad a mejorar su salud mental y pueden intervenir para apoyar y prevenir situaciones de riesgo.

Teléfono de la Esperanza Aragón 976 23 28 28

Teléfono de la Esperanza (atención en crisis) 717 003 717

112 Aragón: emergencias

061 Aragón: urgencias y emergencias sanitarias)

Fundación ANAR 917 26 27 00

ASAPME 976 532 499

Teléfono y otras herramientas para prevenir el suicidio.
Teléfono y otras herramientas para prevenir el suicidio.
H. A.
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