Sangrados, infecciones o cáncer, así afecta la violencia machista a la salud

​La consejera de Sanidad Sira Ripollés ha moderado una mesa redonda con el doctor José Ramón Serrano y el jefe de ginecología del Hospital de Burgos, Modesto Rey, en el marco del 16 Congreso de la Sociedad Española de Contracepción (SEC).

​La consejera Sira Ripollés modera una mesa redonda con José Ramón Serrano y Modesto Rey en el 16 Congreso de la Sociedad Española de Contracepción (SEC).
​La consejera Sira Ripollés modera una mesa redonda con José Ramón Serrano y Modesto Rey en el 16 Congreso de la Sociedad Española de Contracepción (SEC).
@SEContracepcion

La violencia machista y las prácticas sexuales no deseadas se traducen en problemas de salud, que van desde sangrados uterinos, menstruaciones dolorosas, falta de deseo sexual, infecciones urinarias de repetición, e incluso el aumento de las enfermedades de transmisión sexual como el Virus del Papiloma Humano (VPH) y un mayor riesgo de sufrir cáncer de cuello de útero.

Estas son las conclusiones de un informe que Modesto Rey, jefe de ginecología del Hospital de Burgos, ha presentado este jueves en una rueda de prensa enmarcada en el 16 Congreso de la Sociedad Española de Contracepción (SEC) que se celebra en Madrid y que analiza el impacto de la violencia machista en la salud sexual y reproductiva de las mujeres.

Pero… ¿Cómo puede la violencia machista desencadenar en un cáncer? Según explica Modesto Rey, los maltratadores no solo someten a las mujeres a prácticas sexuales no deseadas, sino que las exponen a una “fiscalización” del uso de anticonceptivos. Prohíben a las mujeres usar el preservativo y las exponen así a sufrir enfermedades de trasmisión sexual, y más si como sucede en ocasiones ellos tienen relaciones con otras mujeres.

“El VPH está muy extendido en la especie humana”, explica el doctor. Este virus es una de las causas del cáncer de cuello de útero, a lo que se suma, según Rey, que el cáncer tiene relación con las capacidades defensivas e inmunológicas de las personas. “Y las mujeres víctimas de violencia de género sufren una disminución de sus defensas”, explica.

Pero además, está también comprobado que participan menos en los programas de cribado. “Es un cóctel perfecto”.

Un cóctel que desemboca también en un mayor riesgo de sufrir abortos recurrentes o de tener hijos no deseados, porque en ocasiones el uso de las prácticas sexuales sin anticonceptivos conlleva también una imposición de seguir adelante con la gestación.

“Entre un 5 y un 7 por ciento de las embarazadas pueden sufrir maltrato”, expone el doctor. La situación que viven les lleva también a tener pérdidas gestacionales, partos prematuros o a que sus bebés al nacer sean muy pequeños.

La Sanidad Pública tiene estrategias específicas para detectar la violencia machista, pero según ha asegurado en la rueda de prensa el doctor Rey, es necesario destinar más recursos económicos y formar también a los profesionales para que estos programas de detección sean exitosos.

El congreso de la SEC analiza desde este martes hasta el viernes en el Teatro Goya de Madrid 'Los retos de la salud sexual y reproductiva tras la pandemia', con otros aspectos como el desigual desarrollo en España de la ley de Salud Sexual y Reproductiva, que según el doctor José Ramón Serrano se ha impulsado sobre todo en Cataluña, Valencia y Aragón, cuya consejera Sira Ripollés modera una mesa redonda. 

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