¿Quién no ha tenido agujetas alguna vez y ha preferido mantenerse al margen de la práctica deportiva por culpa de este dolor transitorio? ¿Miedo a sufrir una lesión? ¿O excusas? ¿Sabías que realizar ejercicio con agujetas no es para nada contraproducente? Todo lo contrario. Se trata de un dolor muscular tardío, que suele aparecer 24 o 48 horas después de la ejecución de la actividad. Es habitual cuando, tras un tiempo parado, las personas recuperan la práctica deportiva. Los primeros días, las agujetas son compañeras de viaje. También es común en los músculos tras un entrenamiento de fuerza, como el levantamiento de pesas.

En el proceso de adaptación al músculo, las agujetas juegan un papel fundamental. Y aunque el cuerpo pida descanso y retirada, debemos mantener los músculos activos para no perder o menguar la fuerza y resistencia lograda en el entrenamiento. De este modo, la inactividad sería una mala decisión, puesto que la rigidez de los músculos aumentaría de manera simultánea al dolor. Dicho de otra manera, para recuperarse de los agujetas, la recomendación es continuar haciendo ejercicio -suave, en la intensidad donde el cuerpo se sienta cómodo-.

Cuánta tardan en desaparecer las agujetas

Compaginar agujetas con una actividad física ligera, que potenciará el flujo de sangre en las musculatura, requiere también de un calentamiento previo. En todo caso, el ejercicio posterior no debe ser muy intenso, tal y como una actividad aérobica ligera -carrera suave, paseo, bicicleta en llano, etc-. Siguiendo este consejo, las agujetas tardarán menos en desaparecer que si guardamos descanso total. Así, las molestias quedarán olvidadas a los tres o cuatro días, mientras podemos mantener el cuerpo activo. 

¿Agujetas con dolor muy intenso?

Si las molestias en los músculos son muy intensas, con fuerte dolor, no deberemos forzar al cuerpo y, en este sentido, sí será aconsejable el descanso. Si estas nos impiden movernos con cierta naturalidad, será necesario guardar reposo durante unos días porque podríamos estar ante preludio de lesión. Para recuperar tales sobrecargas en los músculos, una buena opción es aplicar frío sobre los grupos musculares con molestias para relajar las fibras.

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