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Los diagnósticos de infecciones de transmisión sexual se han reducido en hasta un 80% con respecto a 2019

El mayor número de casos se dio entre los 20 y 40 años, (68,57%) y su distribución por género muestra que el 86,47% se diagnosticó en hombres.

El preservativo es el único método que previene de las enfermedades de transmisión sexual.
El preservativo es el único método que previene de las enfermedades de transmisión sexual.

Las medidas de limitación de la movilidad y distanciamiento social para evitar el contagio de Covid-19 han tenido un "efecto positivo" en la disminución de la incidencia de las infecciones de transmisión sexual (ITS), ya que, en comparación con el mismo periodo de 2019, se observa una "reducción importante" en el número de ITS diagnosticadas, de hasta un 80 por ciento aproximadamente para algunos diagnósticos; según se recoge en un estudio promovido por la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Dermatólogos y venereólogos del Hospital Universitario La Paz, del Centro Sanitario Sandoval del H. Clínico San Carlos, del Centro de Diagnóstico Médico (Montesa), todos en Madrid, y del Hospital Costa del Sol de Marbella (Málaga), han llevado a cabo este trabajo con el objetivo de conocer cómo se estaba llevando a cabo la atención a las ITS, su diagnóstico y tratamiento durante la pandemia provocada por el SARS-CoV-2.  Así, entre el 14 de marzo y el 30 junio de 2020, según recoge el estudio, se trataron 674 casos de ITS en 665 pacientes repartidos entre el Centro Sandoval (63,5%), Montesa (18,10%), y los hospitales La Paz (9,2%) y Costa del Sol (9,2%).

Casi un 90% de diagnósticos en hombre

Analizados por edad, se observa que el mayor número de casos se dio entre los 20 y 40 años, (68,57%) y su distribución por género muestra que el 86,47 por ciento de las ITS se diagnosticó en hombres. Los diagnósticos más frecuentes en el periodo de estudio fueron, en primer lugar, la proctitis (36,5%), seguida por la sífilis (16%), las uretritis gonocócicas (13,35%) y no gonocócicas (11,285), el herpes genital (8,75%), la vulvoganitis/cervitis (8,31%) y los condilomas (4,15%).

Además, el diagnóstico microbiológico fue posible en un 77 por ciento de los casos, siendo los principales microorganismos implicados Chlamydia Trachomatis (35,65%), seguida por Neisseria Gonorrhoeae (31,41%) y Treponema Pallidum (17%).

Asimismo, según el estudio, el análisis de distribución de los casos en función de las fechas de consulta muestra un "claro incremento" de las ITS tras el desconfinamiento, según detallan los autores, explicable por "las mayores libertades y posibilidades de exposición y contagio, y probablemente también por un mayor número de consultas, motivadas por la menor saturación de los hospitales y la pérdida de miedo con la disminución de los casos de SARS-CoV-2".

"Lo que hemos visto es que el confinamiento fue eficaz, de cara a disminuir el contagio de las infecciones transmisibles, no solo la Covid-19, sino también las ITS", resume una de las autoras del estudio y especialista en Dermatología en La Paz, la doctora Elena Sendagorta.

Así las cosas, los datos reflejan que los pacientes aportados por los centros especializados en ITS fueron muchos más que los aportados por los hospitales. "Hay que tener en cuenta que en los meses de confinamiento disminuyó significativamente el número de personas que acudían a los hospitales por miedo al contagio y, además, los servicios de Microbiología en muchos centros hospitalarios estaban saturados y centrados en la atención al SARS-CoV-2", aclara la doctora Sagarta.

Por otro lado, el análisis de las causas que motivaron consulta muestra que las patologías menos sintomáticas generaron menor búsqueda de atención médica, como, por ejemplo, los condilomas. "Probablemente, los pacientes consideraron que solo debían de acudir a una consulta ante las situaciones más graves o agudas, y evitaron solicitar ayuda médica de forma presencial ante el riesgo de contagio por SARS-CoV-2", concluye la dermatóloga de La Paz y secretaria del Grupo de ITS de la AEDV.

En este sentido, el principal autor del estudio y residente de dermatología en La Paz, Eloy Tarín, ha expresado que "la atención con el inicio de la pandemia cambió, ya que se debían de cumplir unos estándares de seguridad, así como priorizar las necesidades de recursos en cada centro", ha explicado. "Ante la limitación de la actividad clínica presencial, se recomendaba ofrecer atención telefónica para triaje, con detección y derivación de casos y ofrecer tratamiento antibiótico empírico (frente a síntomas manifestados y observados) en situaciones en que no era posible el estudio microbiológico", ha añadido.

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