Si por algo se caracteriza el mes de diciembre es por el elevado gasto que se realiza en regalos, comidas con compañeros, amigos y familiares, decoración, ropa para cada una de las celebraciones y, por supuesto, en lotería. 'Como voy a comprar solo un décimo…'; 'y si toca la lotería en el bar donde desayuno todos los días…'; 'y si sale el número que jugué el año pasado…' son algunos de los pensamientos que prácticamente todo el mundo se hace en estas fechas e incitan a la adquisición de boletos.

Desde Top Doctors explican así que son dos los factores que afectan a la compra de lotería: la envidia preventiva y la demostración de superioridad. "Las decisiones de compra las tomamos desde el hemisferio emocional del cerebro. Realmente no importa si el día 22 se resulta ganador o no, los sueños y deseos que se generan hasta ese día fomentan nuestra compra compulsiva", explican.

Por perfiles

La envidia preventiva se da en aquellas personas que quieren "disfrutar de la experiencia del juego. Y aunque este jugador busque compartirlo con familiares y amigos, a la hora de jugar a la lotería suele tener muy presente el pensamiento '¿y si toca a los demás?', apostando por miedo a quedarse fuera del reparto".

Por otro lado, los supersticiosos "son aquellos que recurren a amuletos recurren a amuletos, apuestan un día en particular, juegan siempre los mismos números etc... Todo para demostrar que están por encima de la suerte", explican. "Este tipo de jugador está influenciado por las tradiciones y por la educación recibida. "La superstición es un caso particular de un fenómeno psicológico llamado “Ilusión de control”, que es la tendencia a comportarse como si se pudieran controlar los sucesos aleatorios, como los juegos de azar", afirman desde Top Doctors.

¿Qué pasa si te toca?

Una vez conocido el resultado,  "los ganadores se ven envueltos por una sensación de satisfacción, euforia y alegría, las cuales se van haciendo más profundas a los 3 días del sorteo, cuando comienza a salir de un estado de desrealización. Es recomendable que no difundan el resultado y sigan durante un tiempo su vida personal y profesional tal y como era hasta el momento", explican.  "Asimismo, es importante no confundir la ilusión con intuición o premonición, ni depositar en la posibilidad de que nos toque la lotería la solución a todos nuestros problemas y la motivación de nuestra vida, porque si no aparecerán sentimientos de frustración, arrepentimiento e incluso ansiedad por no haber resultado premiados”.

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