Salud

Louise Brown, la 'bebé probeta', cumple 40 años

La británica fue la primera persona en llegar al mundo con la técnica de fecundación in vitro.

Louise Brown, cuando tenía un año, en su primera aparición pública.
Fred Jewell / Lapresse-AP Photo

Louise Brown cumple hoy 40 años. El cumpleaños de esta madre de dos hijos, sonriente y empleada en una tienda de Bristol, sería un asunto estrictamente familiar si no fuese la primera 'bebé probeta' del mundo. Y ayer decía en Londres que, "si hubiese salido algo mal conmigo, habría sido el fin de la fecundación in vitro".

Sus padres, John y Lesley (él empleado ferroviario y ella ama de casa), querían tener hijos, pero una deformación en las trompas de Falopio, conductos que unen los ovarios con el útero, impedía que los espermatozoides del marido se encontrasen con los ovocitos generados por la mujer o que, si se hubieran fusionado, llegasen al útero para su desarrollo posterior.

Esas circunstancias hacen que la paternidad de Louise Brown sea más 'extensa'. Puede achacarse a Min Chueh Chang, que en 1959 logró en Estados Unidos la fertilización de embriones de conejos. También al francés de origen sueco Raoul Palmer, que desarrolló en los años sesenta el uso para la ginecología de la laparoscopia, introducción de un visor en el cuerpo de la paciente para realizar diagnósticos. Palmer había logrado extraer un ovocito de una de sus pacientes y un ginecólogo y obstetra inglés, Patrick Steptoe, estudió con él en París y comenzó a trabajar junto a la enfermera Jane Purdy en el laboratorio de un hospital público, en la inglesa Oldham, para extraer ovocitos y experimentar con ellos. Steptoe conoció a Robert Edwards, investigador de Fisiología en la Universidad de Cambridge, en 1966. El equipo tenía conocimientos complementarios. Steptoe para la extracción de ovocitos. Edwards estudiaba los cultivos que pudiesen favorecer la fecundación en el exterior del útero materno para introducirlo posteriormente. Purdy aplicaba la técnica de laboratorio para trabajar con gametos en placas de Petri, no en probetas. Además, hacía también labores de secretariado con las mujeres voluntarias y registraba los experimentos.

Frustraciones

El libro de registro de Purdy que se muestra en las vitrinas de la exposición 'FVI, seis millones de bebés más tarde', en el Museo de la Ciencia de Londres, da cuenta de las frustraciones que precedieron a un triunfo con repercusión mundial: entre 1969 y 1978, 282 mujeres, 331 intentos de fecundación, 221 embriones, cinco embarazos, dos nacimientos.

Brown compareció ayer en el museo. Recordó que sus padres le explicaron que ella "había nacido de una manera un poco diferente" cuando tenía 4 años, días antes de acudir por primera vez a la escuela. Sus compañeros escolares la trataron con normalidad, porque hizo con ellos la Primaria y la Secundaria. Todos sabían quién era Louise Brown.

Reconoce que tiene una doble personalidad. Ella utiliza en su vida corriente, como es habitual en Reino Unido, el apellido de su esposo, con el que vive una vida ordinaria en Bristol, pero luego existe también como la requerida Louise Brown, que dio ayer una conferencias de prensa en Londres, que ha viajado este año a Japón, Egipto, Estados Unidos,...

Sus respuestas conectan con la vida cotidiana. Dice que su madre "no sabía mucho sobre los experimentos, solo que quería tener un hijo". A quienes condenan la fecundación que le dio su vida por motivos religiosos, responde: "Mi madre era religiosa y, si ella pudo hacerlo, todo el mundo puede. No le importa que la llamen 'bebé probeta' «porque ese es el nombre que le dieron".

Su hermana, Natalie, nació también in vitro, en 1982. Fue la número 40 en el cómputo y la primera mujer nacida en esas circunstancias que dio a luz a un hijo. Tiene ahora cinco. Louise tiene dos, de 14 y 11 años. Cuando nació el primero, sintió el impulso de escribirle inmediatamente al doctor Bob Edwards, Premio Nobel en 2010, el único superviente entonces de su extensa familia, para darle la noticia.

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