Salud

¿Cómo hay que conservar los medicamentos en verano?

Aunque la mayoría aguantan temperaturas de hasta 40 grados, hay que prestar atención a aquellos que requieren cuidados específicos.

La recomendación general es conservarlos en un lugar fresco y seco y, si se van a llevar de viaje, evitar transportarlos en maleteros, guanteras u otros lugares que pueden concentrar altas temperaturas.
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Cuando llega el verano, el qué llevar en el equipaje y el lugar de destino vacacional parecen ser las únicas preocupaciones para la sociedad. Sin embargo, desde Sanidad muestran otros aspectos a los que hay que prestar atención como las posibles consecuencias de los golpes de calor. En este aspecto, siempre ofrece recomendaciones para no sufrir los efectos de esta estación, entre los que recuerda atender a la conservación de los medicamentos en verano.

Catarros, dolores de cabeza por las altas temperaturas, tratamientos crónicos… la venta de medicamentos no entiende de vacaciones y es que, el pasado año, más de 7.700 aragoneses adquirieron sus medicamentos en otras comunidades en verano. Por ello, es recomendable saber cómo conservar estos productos puesto que su exposición a temperaturas elevadas puede afectar de forma negativa a sus propiedades. La gran mayoría soporta temperaturas de hasta 40 grados durante varias semanas por lo que no requieren ningún cuidado especial. Con otros, la cosa cambia.

Los que requieren estar entre 2 y 8 grados, siempre deben estar en la nevera, donde también hay que guardar los alimentos que no pueden faltar en el frigorífico este verano. Además, cuando se vayan a usar es recomendable que no pasen fuera de este electrodoméstico mucho tiempo. Como la excepción confirma la regla, la insulina es un caso especial ya que los viales sin abrir sí que deben estar en este electrodoméstico pero, una vez abiertos, tienen que estar a temperatura ambiente para evitar el dolor en su aplicación (no se puede tener a más de 30 grados ni fuera del frío más de un mes).  Los que recomiendan una conservación en menos de 25 grados. No hay que tomar medidas especiales pues, a pesar de esta indicación en el prospecto, aguantan el calor.  Especial atención requieren aquellos que, por su forma de presentación, son más sensibles al calor, como supositorios, óvulos vaginales y cremas. En este caso, el calor altera sus excipientes, es decir, hace que un supositorio se derrita o una crema se vuelva demasiado líquida. La recomendación general es conservarlos en un lugar fresco y seco y, si se van a llevar de viaje, evitar transportarlos en maleteros, guanteras u otros lugares que pueden concentrar altas temperaturas 

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