¿Cuáles son los efectos de la procesionaria?

El contacto con la oruga de la procesionaria entraña una serie de riesgos para personas y animales ante los que hay que saber actuar.

Un perro afectado por la procesionaria
¿Cuáles son los efectos de la procesionaria?
Chelo Andrés

Las altas temperaturas y la escasez de lluvias han propiciado un adelanto en la aparición de las primeras orugas de la procesionaria del pino en varios puntos de la capital aragonesa. Tan solo en los últimos días la plataforma ‘¡Alerta Zaragoza!’ ha recibido una quincena de avisos en los barrios del Actur, Las Fuentes, el Arrabal, Las Delicias, La Aljafería o Torrero, entre otros.

De sobras son conocidos los riegos para la salud de las personas y de los animales que entrañan estos gusanos debido a sus pelos urticantes. Pero, ¿cuál es el ciclo de vida de estos insectos? “La procesionaria del pino es una mariposa vulgar nocturna cuyo ciclo de vida es muy breve, apenas de 24 horas”, explica Natalia Arnal, Secretaria del Colegio Oficial de Veterinarios de Zaragoza (COVZ).

Entre junio y agosto es la época de puesta de huevos que se realiza en las acículas de pinos –mayormente-, abetos y cedros. “Cada mariposa puede poner entre 50 y 300 huevos que eclosionan en aproximadamente 5 semanas”, señala Arnal. Entre septiembre y octubre salen las larvas y crean una bolsa para protegerse de las bajas temperaturas. “Cuando pasa el invierno, en febrero o marzo, bajan al suelo por donde caminan en fila india, de ahí su nombre. Entonces se enterrarán bajo tierra hasta que se forme la mariposa”, explica.

Es en este periodo en el que las orugas se trasladan a la superficie en el que aparece el riesgo de contacto, no solo con el insecto sino con los pelos urticantes que permanecen en el aire. “Estos pelitos son extremadamente urticantes y hay que tener cuidado con que no entren en contacto con los ojos, inhalarlos o tocarlos ya que produce reacciones muy dispares”, asegura Arnal.

En el caso de los animales hay que contar con un factor fundamental: la extremada curiosidad de los perros. “En cuanto ven algo que se mueve por el suelo van a ver qué es. Si no prestamos atención puede darse un problema”, asevera. Desde urticaria, hasta conjuntivitis que requerirán de tratamientos anti inflamatorios, hasta lavado de boca o gástrico en caso de que haya entrado en contacto con lengua, glotis o aparato digestivo.

“En ese caso hay que lavar la boca del animal rápidamente con agua tibia y llevarlo lo antes posible al veterinario. A los 20 minutos aparecería la inflamación e insuficiencia respiratoria que podría provocar la muerte del animal”, asevera. Por eso, desde el Colegio Oficial de Veterinarios de Zaragoza recomiendan no soltar a los animales en zonas de pinos y estar muy atentos durante estos meses.

Tras el aumento de avisos, el Ayuntamiento de Zaragoza ha procedido a eliminar los primeros bolsones de manera manual. “En caso de que sea preciso, de momento no se aprecia necesidad, se aplicará un tratamiento complementario como el año pasado”, explican fuentes del consistorio. Tan solo en 2016 se retiraron más de 5.000 bolsas en tan solo tres meses.

Precaución, también en las personas

Estos mismos efectos se repiten también en el caso de que sea una persona la que entre en contacto con el gusano de la procesionaria del pino. “En primavera aparecen casos de reacciones alérgicas importantes e intensas en forma de urticaria o erupción que produce mucho picor pero la gente no lo relaciona con la procesionaria”, explica la doctora Belén Lomba que es vicepresidente del Colegio de Médicos de Zaragoza.

Puede afectar tanto a la conjuntiva ocular como al sistema respiratorio o la piel. “Los efectos dependerán del paciente, de si tiene alergias o la inmunidad alterada”, indica. En caso de contacto, advierte Lomba, lo más importante es “lavarse para quitarse el alergógeno y acudir al centro de salud lo antes posible donde se decidirá si se aplica un antihistamínico o corticoides”.

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