La proliferación de la procesionaria duplica las afecciones en animales

?Los ayuntamientos de Soria y Golmayo han realizado labores preventivas en zonas urbanas.

Procesionaria del pino
Procesionaria del pino
Luis Ángel Tejedor

Tocarlas puede provocar "fuertes reacciones alérgicas" en manos, ojos y mucosas. También, en casos extremos, anafilaxias severas. Sus 500.000 pelos microscópicos, cargados de toxinas, pueden ser letales para perros y gatos. La procesionaria ha multiplicado su presencia en parques y bosques gracias a la suavidad del invierno y a "la proliferación de ‘pinus nigra’", una variedad de pino de repoblación. Los casos registrados en clínicas veterinarias se han duplicado y ayuntamientos como el de Soria o el de Golmayo han tenido que adoptar medidas preventivas para anticiparse al problema. Ambas instituciones instan a los ciudadanos a dar aviso en caso de detectar nuevas zonas de especial incidencia. La plaga será especialmente activa hasta finales de abril.


Esta es, de acuerdo con los expertos, "la fase más delicada", ya que la procesionaria deja el estado de larva y "toca suelo" en busca de un lugar adecuado para enterrarse y convertirse en mariposa. Los veterinarios recomiendan "pasear por zonas sin pinos" y "vigilar el suelo". La vistosidad de las orugas, coloridas y organizadas en hileras, hace que los más pequeños puedan tocarlas, golpearlas o llevárselas a la boca. Lo recomendable es "acudir al médico ante los primeros síntomas". El complejo hospitalario de Soria no tiene constancia de "ningún caso" este año. El área de Pediatría, no obstante, reconoce haber tratado años atrás "episodios puntuales de urticaria" causados, probablemente, por la toxina de la procesionaria.


En estos casos, lo habitual es que el paciente presente irritación "en zonas descubiertas". "Normalmente, se pasa sola en cuestión de horas. No hay que rascar ni frotar la herida", indican fuentes hospitalarias. Las reacciones alérgicas, menos frecuentes en humanos, se ciñen a personas que están "muy expuestas" a la plaga. El tratamiento consiste en "antihistamínicos orales para minimizar el picor" y, de ser necesario, "corticoides".


El riesgo es mayor en perros y gatos, ya que pueden llegar a tragárselas. "Si no se actúa a tiempo, la lengua se les necrosa y se les cae. Aquellos que no aprenden a beber agua sin ella terminan muriendo", explicó José Luis Serrano, responsable del Centro Clínico Veterinario de Soria. Él había atendido hasta esta semana unos "diez casos", "bastantes más" que otros años. "Llama mucha gente preguntando. También lo hacen a través de Facebook y Twitter", aseguró. Serrano asegura que el problema "tiene arreglo" si se detecta a tiempo y que el tratamiento "es barato". Insta, asimismo, a "estar atentos" ante los primeros síntomas. "Los perros empiezan a babear. Si esto pasa, hay que actuar y acudir al veterinario de inmediato", apuntó. El primer paso es "lavar la zona afectada con agua fría a chorro" para lograr "que se desprendan los pelillos". "No hay que frotar bajo ningún concepto. Tampoco usar limón o vinagre", aseveró. El tratamiento posterior, añadió, consiste en "corticoides".


La también veterinaria Tamara Redondo dice tener constancia de "varios casos de muerte por ingestión". A su juicio, los problemas pueden evitarse "con fumigaciones en los momentos adecuados". La plaga "está yendo a más por los cambios de temperatura". "Sucede lo mismo con las pulgas o el ácaro rojo", comentó. La Junta parece haber tomado cartas en el asunto. En los últimos años ha tratado de controlar la población de procesionaria con trampas de feromonas, efectivas en niveles de infestación muy bajos y en zonas pequeñas, y tratamientos ‘bolsón a bolsón’ que actúan directamente a las colonias. Algunos consistorios, no obstante, han optado por intensificar la lucha por cuenta propia. El de Golmayo inspeccionó "todas las copas" de las zonas urbanas hace, aproximadamente, 15 días. "Había un montón, ha sido el año que más nos ha llamado la atención. Era algo excepcional", afirmó su alcalde, Benito Serrano. El Ayuntamiento comenzó a apreciar el problema "hace mes y medio" y decidió adelantarse. "Cortamos las ramas infestadas y creemos haberlo solucionado", dijo.Medidas preventivas

En la capital también se ha actuado de forma preventiva. Los técnicos de Medio Ambiente del Ayuntamiento y la empresa adjudicataria de jardines confirman que, en estos casos, suelen retirar los bolsones de orugas antes de que salgan, de modo que en los parques "no está habiendo dificultades". Aunque el problema parece atajado gracias al trabajo previo no se descarta "algún foco de procesionaria" en puntos concretos del río o de Valonsadero, ya que, por su extensión, son más difíciles de detectar. El Consistorio, no obstante, asegura no haber recibido avisos o llamadas a este respecto.