¿Qué hacen los dentistas cuando sus pacientes tienen miedo?

La dentofobia es el miedo irracional que sufren algunas personas ante la posibilidad de recibir tratamiento dental, una sensación de pavor que se apodera de mayores y pequeños y que conduce, en numerosas ocasiones, al empeoramiento de una simple intervención por falta de prevención y cuidado. Esta barrera suele alejar a los pacientes de los dentistas pero, gracias a la evolución de esta profesión, se está consiguiendo que desaparezca.

Una de las técnicas que está ayudando a las personas con esta afección a mantener una actitud positiva cuando visitan la consulta del dentista es la sedación consciente, un recurso utilizado en numerosos países europeos que convierte cualquier intervención en una experiencia agradable y que puede aplicarse de dos formas, oral e inhalatoria.

El doctor Gustavo Rodríguez lleva años aplicándola con éxito y revela que la sedación consciente "es una técnica altamente segura e idónea para las personas con dentofobia, ya que las benzodiacepinas que componen el medicamento que se suministra de forma oral convierten el miedo en relajación", y añade que "es necesario que todos los estomatólogos las aprendan ya que harán que los pacientes no sufran estrés y que el resultado de la intervención sea impecable".

Lo mismo opina de la sedación consciente inhalatoria con óxido nitroso. "Esta técnica se aplica mediante una mascarilla por la que se respira una mezcla que produce en el paciente una agradable sensación", informa el doctor Rodríguez que expone que "el uso de esta técnica junto con los anestésicos locales que se le aplican al paciente, convierten la estancia en la clínica en un momento muy positivo, tanto para el paciente como para el dentista".

Su gran experiencia le ha llevado a impartir clases en el centro de Formación Integral de Salud (FIS) España -del que también es director-, un centro pionero en plantear un proyecto formativo en el que la prioridad es el paciente y donde "busca establecer unos mínimos indispensables en la atención en las consultas".

Aquí imparte la cuarta edición del Curso de monitorización de emergencias médicas y sedación consciente que "capacita al personal de las clínicas odontológicas, ya sean dentistas o auxiliares, para aplicar estas técnicas", explica el doctor Rodríguez.

Con este curso, que está avalado por el departamento de Sanidad del Gobierno de Aragón, los alumnos "se forman en unos conceptos básicos de evaluación preoperatoria, estratificación de riesgo y monitorización intraoperatoria para poder prevenir eventos adversos", informa el director del centro. Y es que desde FIS consideran esencial que "todos los profesionales de este sector puedan garantizar la seguridad y la profesionalidad de los pacientes en todo momento".

En palabras de Gustavo Rodríguez, "este curso pretende crear un cambio en la forma de atender en las clínicas dentales ya que su objetivo es situar al paciente en el centro de su preocupación". Destaca que "hoy día se realizan cirugías cada vez más complejas y se atienden pacientes con más patologías, como hipertensos, trasplantados o diabéticos, entre otros. El odontólogo actual debe evolucionar hacia un profesional de la salud más integral", asevera el doctor.¿En qué consiste el nuevo curso de FIS?

Este curso eminentemente práctico de 30 horas de duración –y acreditado por la Comisión de Formación Continuada– tiene como objetivo "formar al odontólogo y su equipo en técnicas que ayuden a garantizar la salud general de sus pacientes de manera que sean capaces de detectar una anomalía y estar preparados para una posible complicación dentro del gabinete dental".

Para ello, "aprender a prevenir y manejar complicaciones, a interpretar la monitorización y prevenir fallos, a realizar los protocolos de reanimación básica y a conocer y manejar la sedación consciente inhalatoria y oral", asegura el doctor Rodríguez que imparte el curso junto a otros tres experimentados profesionales, los anestesiólogos María Teresa Blanco, Camilo Pizarro y Douglas Leal. 

El doctor Rodríguez destaca que, "gracias al gran contenido práctico de este curso, los asistentes vuelven a sus clínicas totalmente capacitados para aplicar lo aprendido", lo que les ayudará a mejorar el servicio y la atención que ofrecen a sus clientes, así como a ganarse la confianza de todas las personas que sufren dentofobia.