Médicos para morir

Cerca de 2.000 pacientes recibieron en 2013 cuidados paliativos en sus domicilios.

Emilio González, el presidente de la Sociedad Aragonesa de Cuidados Paliativos; Isidoro González, médico del equipo del sector III; Pilar Torrubia, facultativa del grupo del sector II y Rosabel Villares, enfermera del ESAD III.
Médicos para morir
Aránzazu Navarro

Un total de 1.800 pacientes de la sanidad aragonesa recibieron en 2013 cuidados paliativos en sus domicilios por parte de los Equipos de Soporte de Atención Domiciliaria (ESAD), según los últimos datos recogidos por la Sociedad Aragonesa de Cuidados Paliativos (Curisar). 


Así, según informa el doctor Emilio González, presidente de esta entidad, solo en el Hospital San Juan de Dios de Zaragoza -centro de referencia en Aragón- se atendieron 500 casos nuevos en 2013


Los profesionales sanitarios que trabajan con este tipo de pacientes no solo intentan controlar el dolor físico, psicológico y espiritual de los enfermos, sino también el de los propios familiares. "La terapia emocional es fundamental en estos casos porque muchos de ellos son pacientes jóvenes con hijos que necesitan que haya un pacto emocional muy fuerte por nuestra parte", explica González, responsable del área de cuidados paliativos del Hospital San Juan de Dios de Zaragoza, que cuenta con un equipo de 20 profesionales.


Desde que se empezara el abordaje de este tipo de casos en Aragón, hace 24 años, González asegura que las cosas han cambiado mucho. Por una parte, gracias al plan especial de cuidados paliativos que la Comunidad aragonesa puso en marcha a finales de 2008 -y cuya cobertura, sin embargo, se ha "ralentizado" con la crisis económica-; pero también gracias a la ayuda de la iniciativa privada, que aporta un "importante complemento a la atención paliativa y psicológica" de los enfermos.


Así, tanto en la unidad del San Juan de Dios como en el hospital San José de Huesca y el Sagrado Corazón de Teruel se organizan grupos de desahogo para pacientes y familiares y se cuida también en ambos la atención al duelo. "Para nosotros, el familiar es tan relevante como el enfermo porque hay mucho sufrimiento familiar detrás de estos casos", reconoce este especialista.

"Es necesario que se reconozca una especialidad médica"

Pese a todos los avances, desde Curisar reconocen que todavía hay algunos "handicaps" que enfrentan quienes trabajan en este ámbito. Uno de ellos es el hecho de que en España no exista una especialidad médica reconocida como tal, a diferencia de países como Canadá o el Reino Unido. 


No obstante, Aragón y, en concreto, la Universidad de Zaragoza puede presumir de ser "una de las ocho facultades de Medicina -de las 54 que hay en España- que cuentan con una asignatura optativa de Cuidados Paliativos", lo que supone un "tesoro" importante para médicos y jefes de servicio.


Así pues, la formación en este terreno -reivindica González- debe empezar desde que se es alumno. "Por duro que suene, pacientes se van a morir siempre y hay momentos en los que ya no puedes curar. Por eso, es importante instruir en el manejo de estos casos para garantizar el máximo bienestar de estas personas sin entender su muerte -en medicina- como un fracaso", concluye este doctor.


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