Un 50% de los niños con TDAH sufren también trastornos de aprendizaje

Atenciona celebra este viernes, en Zaragoza, una jornada que reúne a 220 profesionales y afectados.

En la asociación Atenciona, de Zaragoza, atienden a 160 familias con niños TDAH
En la asociación Atenciona, de Zaragoza, atienden a 160 familias con niños TDAH

Niños "vagos", maleducados" o "pasotas" que "retan" al adulto constantemente y que persisten en sus malas formas. Son muchas las etiquetas que rodean a quienes padecen el conocido Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH), pero pocos los recursos con los que las familias cuentan para ayudar a los suyos.


Así lo indica José Luis Comín, psicólogo y miembro de la Junta Directiva de la asociación aragonesa Atenciona, que este viernes celebra en Zaragoza unas jornadas informativas para vencer los mitos que rodean al TDAH. En ellas participan el doctor Pedro Manuel Ruiz Lázaro, jefe de psiquiatría del Hospital Clínico de Zaragoza, la doctora Asunción García Cabrero, presidenta de Atenciona, y los psicólogos José Luis Comín, Patricia Navarrete y Patricia Calavia. Estas jornadas, que se celebran esta tarde en la Escuela de Ingeniería de Zaragoza, contarán con la asistencia de más de 220 profesionales y afectados por este trastorno psiconeurológico.


Según señalan desde la asociación aragonesa Atenciona, "un 50% de los niños con TDAH sufren trastornos de aprendizaje", lo que explicaría el hecho de que este déficit esté relacionado con un alto porcentaje de fracaso escolar.


El riesgo de padecer otros trastornos asociados

Los expertos aluden a la "alta comorbilidad" que presenta para justificar las dificultades que conlleva tanto para el afectado como para las familias que lo sufren en plena etapa escolar. "Hay toda una serie de síntomas que a principios del trastorno tienen una gran repercusión en el desarrollo del niño. De hecho, un 75% de ellos tienen un trastorno asociado", señala la psicóloga Patricia Calavia


El primer objetivo -indican- es controlar el llamado "efecto bola de nieve" y que esas dificultades se vayan haciendo cada vez más grandes. Para ello, es fundamental vencer los clichés que rodean a quienes padecen un Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad. "La comunicación con ellos tiene que ser más cuidadosa tanto en casa como en el colegio. Frases del tipo 'a ver cuánto le dura' o 'ya está así otra vez' se dicen mucho para que reaccionen pero se produce el efecto contrario. Cuando un niño tiene una etiqueta, al final se acaba comportando de acuerdo a ella y en estos casos es precisamente lo que tenemos que evitar", sentencia Calavia.


En palabras de su compañero, José Luis Comín, "se trata de entender que el niño no lo hace porque quiere y no pensar que te está retando". Una vez comprendidas las dificultades a las que este se enfrenta, los psicólogos consideran que es más fácil poder actuar.


El diagnóstico clínico

Para mitigar la sintomatología asociada, el doctor Pedro Manuel Ruiz, jefe de psiquiatría del Hospital Clínico de Zaragoza, afirma que "lo primero que hay que hacer es un buen diagnóstico clínico", en colaboración con los profesores, los padres y el entorno del niño. Así pues, a diferencia de otras enfermedades, en este caso "no sirve de nada un electro ni una prueba de laboratorio -matiza-, pues parte de la observación directa y de la recogida de diferentes fuentes de información", siguiendo los criterios que marca la OMS.


Una vez establecido el diagnóstico, estos menores se suelen beneficiar de un tratamiento combinado y la medicación -puntualizan- es solo una parte de este, que ni siquiera es necesaria en todos los casos. "Todo depende del nivel de incidencia que tiene el trastorno del niño y de si la sintomatología que presenta es severa", indica Comín.


Tratamiento farmacológico

Según fuentes de la asociación, la mayoría de las familias acuden en busca de ayuda porque desconocen cómo actuar con estos niños o si se trata de un trastorno que les acompañará toda la vida. Desde allí se intenta pautar una serie de estrategias para que el menor aprenda a sencuenciar sus tareas, a regular su atención y a poder trabajar en consecuencia de una forma más autónoma. También se incide a menudo en recuperar su autoestima con diferentes métodos conductuales que les aseguren una mayor protección tanto al niño como a la familia.


De esta forma, precisan los expertos, el tratamiento farmacológico es solo una pequeña parte de esta estrategia conjunta para hacer frente al TDAH. No obstante, a juicio del doctor Pedro Ruiz, que abordará este viernes algunos de los mitos que lo rodean, existe un miedo general a medicar a estos niños. "Uno de los mitos más extendidos es que se les está drogando y lo cierto es que son medicaciones que no tienen ningún tipo de dependencia e incuso pueden prevenir el consumo de otras drogas en su adolescencia", puntualiza. Uno de ellos es el metilfenidato, un estimulante capaz de mejorar la atención y el rendimiento de aquellos que lo necesiten por prescripción médica. "No es una anfetamina como mucha gente cree, es un fármaco que actúa sobre la causa del trastorno y que desde las primeras tomas podemos ver si realmente ayuda", añade el doctor Ruiz.


En todo caso, los profesionales insisten en que hace falta un tratamiento "combinado" que incluya la medicación como una parte más. "Queremos trabajar en colaboración con los colegios, con los padres, que se adopten medidas sencillas como ponerlos en primera fila en las clases, descomponerles las tareas más complejas o animarlos cuando realizan bien una actividad", aconseja el doctor Ruiz, quien a su vez se mantiene firme respecto a la polémica sobre el uso de fármacos: "Tan inútil es tomar un medicamento cuando no es necesario como no tomarlo cuando se necesita".


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