Salud

"El 50% del fracaso escolar está relacionado con enfermedades mentales no tratadas"

Un 40% de los niños medicados por déficit de atención están mal diagnosticados o toman dosis incorrectas del fármaco, según el psiquiatra del Servet José María Civeira.

En los últimos años ha habido un importante incremento de niños diagnosticados con trastorno de déficit de atención (TDA) en las aulas. La media actual dicta que en una clase de 30 alumnos, 3 de ellos tienen TDA, ya que según los datos nacionales es un trastorno mental que afecta a entre el 10 y el 15% de los niños.


"Chavales despistados, que no acaban lo que empiezan y que no entienden las instrucciones que les dan. Niños que extravían objetos, tropiezan y acaban en Urgencias más de lo normal. Que ni obedecen ni aprenden, que se pegan más con sus hermanos..." así describe José María Civeira, psiquiatra del hospital Miguel Servet de Zaragoza, el TDA.


Sin embargo Civeira es muy claro: el diagnóstico no se puede hacer a la ligera. Según este psiquiatra especializado en el tema, Aragón anda a la cola en el diagnóstico y tratamiento de niños con déficit de atención: "El TDA es una enfermedad mental que debe ser tratada por psiquiatras y aquí en Aragón eso lo hacemos muy mal", comenta Civeira, convencido de que el problema reside en la falta de coordinación entre centros escolares, pediatras, psicólogos, neurólogos y psiquiatras.


"El año pasado recibí en mi consulta a 400 niños diagnosticados como TDA por otros especialistas. En 150 de ellos se podía explicar su sintomatología por otras vías", resume el psiquiatra antes de añadir: "Un 40% de los niños que toman fármacos para el TDA están mal diagnosticados o toman las dosis incorrectas durante un periodo de tiempo incorrecto".


Problemas en las aulas

Los personas con este trastorno comparten una gran dificultad de concentración que, según explican los especialistas, deriva en unos limitados rendimientos académicos. Tienden también a la impulsividad, por lo que se ven involucrados con frecuencia en conflictos con sus compañeros y son castigados habitualmente por sus profesores. Además, un tercio de ellos suele desarrollar una conducta "oposicionista y desafiante", consecuencia de todo lo anterior.


"El 50% del fracaso escolar (26.5%) está relacionado con enfermedades mentales no tratadas" opina Civeira. Según este especialista, los resultados de los informes PISA que siempre revelan grandes diferencias entre España y otros países están desvirtuados. "En Europa se diagnostica antes el TDA, se medica y se tiene en cuenta la enfermedad en las aulas. En EE.UU. hay incluso un programa universitario destinado a personas con este tipo de trastorno".


Según cuenta Civeira, entre los 6 y los 8 años es la edad aconsejada para diagnosticar la enfermedad: "Sin embargo la media de edad que recibimos en la consulta está por encima de los 10 años".


Hasta en un 90% de los niños que son tratados a tiempo se reducen los síntomas. "Mejora la capacidad de atención, las notas, las relaciones con sus compañeros... Unos obtendrán el graduado escolar y otros no, pero su calidad de vida mejora y en la mayor parte de los casos solo deben medicarse durante una etapa de su vida".


Civeira insiste por último en la necesidad de coordinación: "En Aragón, por algún motivo, los psiquiatras infantiles no hemos dado las repuestas que los niños necesitaban y debemos intentar cambiarlo. Ahora estamos muy motivados y hay iniciativas muy positivas", asegura optimista el psiquiatra.


Investigación en Aragón

Una de estas iniciativas viene de Bit & Brain Technologies. Esta spin off de la Universidad de Zaragoza ha desarrollado un sofisticado programa para 'entrenar' el cerebro. Actualmente en fase de pruebas con pacientes con TDA, serviría para mejorar las capacidades cognitivas y de atención.


Por otro lado, la Unidad de Investigación en Salud Mental en Atención Primaria del Centro de Salud del Arrabal va a comenzar un estudio del cerebro de personas adultas con TDA. Vistos los exitosos resultados de las espectometrías en pacientes con fibromialgia, el grupo aragonés espera poder localizar las áreas cerebrales alteradas en personas con déficit de atención para encontrar un medicamento más eficaz que vaya a destinado a curar las causas en vez de simplemente a paliar los síntomas.